Opinión
UN  MÓSTOLES  LLAMADO  SANTALIESTRA
 
            Se sorprende Marcelino Iglesias de que el Ministerio de Medio Ambiente se haya dejado derrotar por una minoría cualquiera llamada Santaliestra. ¡Quién lo iba a decir, unos aldeanos marcando semejante golazo a Jaume Matas, cuando ese papel le correspondía a nuestro Presidente aragonés...!. Pero Iglesias, contumaz en sus incoherencias, por una parte lamenta que el fallo de la Audiencia Nacional declarando ilegal toda la tramitación administrativa del embalse de Santaliestra, ponga en peligro el Pacto del Agua, pero por otra no duda en arrimar este resultado a la guerra contra el trasvase del Ebro, afirmando que esto supone que Aragón puede ganar en esta gran contienda, lo cual aun dicho por el señor Iglesias, tiene bastante de cierto.
            No ha transcurrido mucho tiempo desde que Iglesias y Biel -éste último, sin otra alternativa para enmendar su postura que recurrir ahora a la verdad de perogrullo de que es mejor hacer las cosas bien que mal- se dejaron jalear por su seleccionada multitud en la Plaza del Pilar intentando emular la manifestación del 8 de Octubre de 2000. Pero en esta ocasión del 2001, les sobraba gente y se las arreglaron para esposar tras una pancarta a cuantos convencidos o como mal menor, aceptaron seguirles el juego, avalándoles o perdonándoles el desprecio hacia la Marcha Azul en su chapucera actuación del 9 de Septiembre de este año en Bruselas y en Aragón.
            Vergonzoso que haya tenido que ser el Móstoles de un Santaliestra el que con su constancia y combatividad como primera herramienta -y con el apoyo de Coagret, entre otros colectivos defensores de la Nueva Cultura del Agua-, haya doblado el puño de la dictadura centralista amparada en la ineficiencia de los gobernantes de Aragón. Ahora ha dado la vuelta una pedazo importante de esta tortilla en la que Cañete puso tantos ingredientes y los perdedores son quienes construyeron sus sueños de regadíos en las mentiras que les contaron, propiciaron y consintieron. Y Aragón sigue roto por culpa de un Gobierno autónomo incapaz de gestionar con transparencia la diversidad de su territorio. Que la democracia empuñe su arma más contundente para castigar a estos malversadores de la verdad.
            Yo no soy experta en hidráulica, pero a los chafavidas y a su cuadrilla de especuladores les recomiendo que miren la fecha de caducidad del cemento que tenían preparado para estrenar en Santaliestra y traten de canjearlo por un vale de material para construir escuelas y hospitales o para restaurar joyas de nuestro patrimonio rural antes de que se las coman las zarzas. Al Ministro Matas le sugiero que vaya guardando el traje de inaugurar asaltos al Pirineo con unas buenas bolas -de alcanfor- y que vaya pensando en donarlo a algún museo de idioteces.
 
Mª. Victoria Trigo Bello     v.trigo@able.es

Asociación Río Aragón-COAGRET