Sábado, 2 de septiembre de 2000
 PEDRO ARROJO
Trasvases: especulación insostenible

Tradicionalmente hemos considerado los ríos como simples canales de los que extraer caudales, «antes de perder el agua en el mar o en Portugal ...»., al tiempo que colectores para evacuar residuos.Desde hace años los científicos venimos señalando la necesidad de cambiar esta mentalidad utilitarista de cortas miras. Causa vergüenza ajena seguir oyendo discursos políticos que claman por secar los ríos para «evitar perder caudales en el mar». Hoy se sabe que la gran presa de Asuan en Egipto, y la consiguiente detracción masiva de caudales para regadío, supuso, no sólo acabar con el rico Delta del Nilo, sino una disminución del 80% en las pesquerías de sardina del todo el Mediterráneo Oriental y una grave crisis de arenas en las playas.
La nueva Directiva Marco de Aguas, impone, por un lado la exigencia de incluir deltas y plataformas litorales en la gestión de las cuencas hidrográficas, y por otro lado la recuperación del «estado ecológico».
Considerar en este contexto al Ebro como un río excedentario, al que se prevé quitar 1.000 millones de metros cúbicos anuales, es una perfecta insensatez. Basta documentarse mínimamente respecto al estado ecológico del delta, para entender que el grave proceso de salinización, eutrofización e incluso retroceso que sufre, deja fuera de juego toda consideración de caudales excedentarios.
En el Pirineo central, por otro lado, la inquietud se ha transformado ya en indignación. La oleada de grandes embalses que inundarían pueblos y valles, como en los mejores tiempos del franquismo, se perfilan ya claramente como los grandes depósitos que regularían estos grandes trasvases.
En un contexto de descontrol generalizado de usos y concesiones administrativas y de absoluta ausencia de planes de ordenación territorial, la introducción del binomio trasvases-mercado promete alimentar una espiral insostenible de demandas.
La aprobación del PHN se presenta así como una apresurada e irresponsable huida hacia la insostenibilidad que supondrá graves quebrantos ambientales, financieros y sociales, amén de graves contradicciones con la nueva Directiva Marco de Aguas.

Pedro Arrojo es presidente del Congreso Ibérico sobre Planificación y Gestión de Aguashttp://www.el-mundo.es/diario/2000/09/02/sociedad/02N0137.html