Informe
www.elpollourbano.net, II-2004
El Camino de Santiago y el embalse de Yesa en la cota 506
Luis Miguel Ortego Capapé, historiador

 

     Las afecciones al Patrimonio en el proyecto de recrecimiento del embalse de Yesa giran en torno al Camino de Santiago. No quiere esto decir que no haya afecciones fuera de la ruta jacobea, sino que la mayoría de los bienes afectados (no siempre esto quiere decir inundados) por el embalse tienen como nexo de unión el camino de peregrinación. Y la cota 506 deja también fuertes afecciones en el Camino.

     El debate planteado acerca de si había un sólo camino o cada peregrino hacía su propio camino, ha dejado ya muchas líneas escritas al respecto. Desde las fuentes y desde la arqueología queda demostrado que había un sendero (con muy pequeñas variantes locales, también identificables) que fue preferentemente utilizado por los peregrinos durante siglos. Pero eso es una cuestión de sentido común: el camino pasa por donde hay más puentes, pueblos, por donde hay más protección, por donde el sendero es más suave, por donde están los hospitales. En el entorno de Yesa este debate es más estéril aún. Los caminos que llegan y parten a los hospitales de peregrinos, ermitas - hospederías dedicadas a Santiago y los baños termales y terapéuticos de Tiermas, son indudablemente parte del Camino. Y esos quedan afectados.

     La cota 506 del recrecimiento afecta al Camino de Santiago. En el ramal Norte los kilómetros afectados son de 12 a 15. En este tramo afecta directamente a toda la parte más baja que la UNESCO reconoció en 1993, que es la que va pegada a la carretera por debajo de Esco y Tiermas. En este tramo, la cota 506 afectaría en el entorno de Sigüés al tramo que pasa junto al hospital de peregrinos de los Pomar, y que sale por el viejo puente medieval camino de Esco. En el tramo entre Sigüés y Esco el agua llega al pie de la ermita de la virgen de las Viñas, en cuyo entorno hay yacimientos romanos y bajo la cual pasa el Camino. En este caso la ermita no queda inundada, pero queda afectada, dado que el agua llega hasta el pie del pequeño promontorio donde se asienta. Además en este tramo hay algunos cientos de metros de camino similares a los que hay entre Artieda y Ruesta justo antes de la ermita de San Juan, con muros bajos de piedra seca; aunque en el caso de Esco están muy perdidos desde luego son testigos del Camino.

     En el lado Sur la afección es menor en cantidad pero no en magnitud. Aun así inunda unos 5 Km. de trazado. Pero en esos pocos kilómetros se sigue acercando al pequeño alto de Rienda, donde en los años 60 se excavo una villa Romana que arrojó un mosaico hoy en los depósitos municipales del Ayuntamiento de Zaragoza en Velilla (y hasta hace un año en el patio del Museo Provincial de Zaragoza). La excavación de Villa Rienda se hizo de una manera parcial y escasa de medios, con lo cual es prudente seguir considerando que el yacimiento puede seguir arrojando datos y restos de importancia. Poco más adelante, después de alejarse, viene a acercarse mucho a la desgraciada ermita de San Juan en Ruesta, por la que pasa el Camino y cuyo entorno arqueológico está sin valorar, pese a la importancia del monasterio. En la vaguada del río Rigal, bajo Ruesta, el agua llegaría a unos pocos metros de la ermita de Santiago, que desde el siglo XI tiene una alberguería de peregrinos y que constituye un monumento de vital importancia para la historia e historia del arte en Aragón en los siglos XI y XII.

     Por otro lado es sorprendente con que ligereza hablan los políticos de que la cota intermedia salva Sigüés. La cota 506 llega hasta unos pocos metros de las primeras casas del pueblo justo aquellas por las que pasa el Camino, de paso hacia el puente del Esca, que puede tener origen altomedieval, viniendo del hospital de Peregrinos de los Pomar. Se habla con demasiada suficiencia de afección sólo en términos de inundación del casco urbano, ocultando que la inundación del entorno del pueblo, tierras de cultivo etc., afecta a la economía, al clima y a la seguridad del pueblo. Y no hay olvidar que el Camino tiene una franja de protección de 30 metros a cada lado, de manera que el Camino delimitado es en realidad una franja de sesentaytantos metros que en muchos casos está jalonada de restos arqueológicos vinculados a la peregrinación y a la población de la zona.
En definitiva, aunque el recrecimiento a Cota Intermedia es menos agresivo con el Camino y el Patrimonio, sigue siendo tan agresivo que repugna al sentido común, y eso sólo contemplando las afecciones directas y físicas, pues las afecciones paisajísticas e incluso Semióticas del paisaje histórico son incalculables y categóricamente irreparables. Y lo que es peor. El Camino y el entorno histórico se justifican por la presencia de los pueblos desde época prerromana hasta nuestros días. Y el principal Patrimonio es la presencia de habitantes en Sigüés y Artieda. Si alguien considera que esto es una invención, o que la afección a los pueblos solo existe si se inunda el casco urbano, que se lo replantee y que haga un viaje a la zona. Si hace falta, yo les llevo...
 

Asociación Río Aragón-COAGRET