Opinión
Diario del AltoAragón, 21-V-2003

Julia Martínez, bióloga de Ecologistas en Acción de Murcia

 “Los regadíos ilegales de Murcia están dinamitando el sistema”

 Luisa PUEYO

JACA.- Julia Martínez, bióloga de Ecologistas en Acción de Murcia, afirma que el trasvase sólo traerá más expectativas de regadío a su comunidad, donde siguen creciendo el deterioro medioambiental y los regadíos ilegales. La administración los asume e ignora las denuncias. Sólo se dispone de la vía judicial y se pide una auditoría porque se está dinamitando el sistema.

 

Julia Martínez, que ha trabajado con el Departamento de Ecología de la Universidad de Murcia, sufre presiones del Gobierno de esta comunidad por oponerse al Plan Hidrológico Nacional. Las razones las explicó en Jaca, en un acto organizado por la Asociación Río Aragón contra el recrecimiento del embalse de Yesa. “Como el trasvase Tajo-Segura, el del Ebro conseguirá lo contrario de lo que supuestamente se propone al agravar los problemas por exceso de consumo en relación con la escasez de agua al crearse más expectativas de regadíos”. En Murcia hay regadíos ilegales desde los años 30, pero nunca se ha aplicado la ley, sino que la administración los ha ido asumiendo y ha hecho “tabla rasa” con todos. Son regadíos que se abastecen de aguas subterráneas.

“En 1997 se estimó un consumo del 228 por ciento de los recursos hídricos, la presión más alta de la cuenca mediterránea, y eso que desde 1995 se limita con una normativa ambiental la creación de regadíos, como en 1997, con el Plan Hidrológico de la Cuenca del Segura”. Sólo con el PHN se plantea aumentar. Sin embargo, hay cerca de 4.000 nuevas hectáreas y, desde 1997, numerosas denuncias: sólo en 2001 fueron 203, el 85 por ciento de las cuales las presentó la Guardia Civil del Seprona y la guardería forestal. “A pesar de eso, la administración regional habla de casos anecdóticos y usa los medios de comunicación para negar este descontrol en el regadío”.

Una de las graves consecuencias es el deterioro del paisaje, al no respetar ni los espacios protegidos y, al contrario de lo que se dice, la desertización avanza por eliminar acuíferos. En España, la media de agua subterránea usada en regadío es del 65 por ciento. En Murcia, del 98. “Los efectos del trasvase Tajo-Segura han sido acuíferos esquilmados, salinización de aguas, contaminación de aguas superficiales con fertilizantes y pesticidas, generación de miles de toneladas de residuos tóxicos, afecciones a fuentes, manantiales, ramblas y humedales, erosión, ocupación de áreas de gran interés ecológico -como las sierras costeras, la mayor aportación de Murcia a la biodiversidad europea-, y el cambio de la topografía. Los cultivos en invernaderos no son usos agrarios, sino industriales, sin olvidar la explotación de mano de obra barata y los brotes xenófobos y racistas. Los beneficiarios son grandes empresas agrarias o inmobiliarias, en muchos casos dedicadas a ambas actividades”.

Mientras, los regantes tradicionales, cuyo déficit no se ha reconocido, han creado una firma para denunciar a la Confederación Hidrográfica y a las grandes empresas explotadoras, y Ecologistas en Acción propone, ante la imposibilidad de conocer de la administración las cifras exactas de regadíos, que se realice una auditoría que determine “cuáles están conforme a derecho y cuáles no, porque se está dinamitando el sistema. En un plazo razonable, el regadío ha de acercarse a lo sostenible, a la nueva cultura del agua. La vía administrativa está muerta por la corrupción. Sólo nos queda la judicial para que se respete el Estado de derecho”.

Asociación Río Aragón-COAGRET