OPINIÓN
¿Un trasvase sin Yesa?
José Javier Gracia
Las obras del trasvase han comenzado. El pasado viernes, Jaume Matas puso la primera piedra de su PHN, proyecto desequilibrador de territorios, basado en llevar agua donde están los votos y convertir autonomías de tercera en simples colonias a las que esquilmar sus recursos naturales. Desde el Gobierno de Madrid, intentando esconder los auténticos objetivos trasvasistas de esta descomunal obra, se argumenta que Yesa dará agua de calidad a Zaragoza y permitirá extender los regadíos de Bardenas. Durante los años pasados se han gastado cientos de millones del dinero público en desarrollar esta campaña de intoxicación propagandística. El viernes el propio Jaume Matas reconocía que "Esta es una piedra angular no sólo del Pacto del Agua, sino también del Plan Hidrológico Nacional".

Basta analizar las cifras básicas del proyecto para dejar al descubierto el gran fraude y la manipulación que se ha venido intentando sobre los zaragozanos y las gentes de Bardenas. El Recrecimiento de Yesa pretende aumentar en 1.000 hm3 la capacidad del actual embalse. Abastecer Zaragoza y su entorno no necesita más de 100 hm3 al año, para lo cual ya se está construyendo un embalse en las cercanías de Gallur, el de La Loteta, con esa capacidad. Destaquemos que la Unión Europea ha negado financiación para la unión Yesa-Loteta por considerar que ambientalmente el proyecto de recrecer Yesa no era acorde con las políticas europeas.

Por otro lado aparece la demanda para el nuevo regadío de Bardenas II y III: según el Plan de Cuenca del Ministerio del Sr. Matas, unas 30.000 Ha más sobre las que están ya en servicio con el actual Yesa, según el Borrador del Plan Nacional de Regadío de Loyola de Palacios no más de 5.400 ha. El desfase entre los objetivos que dan sentido al recrecimiento de Yesa y lo que va a ser realmente transformado es del 500%: Con 1.000 hm3 de recrecimiento podrían llegar a transformarse hasta 130.000 nuevas hectáreas; 5.400 Ha no necesitan más de 42 hm3. Este volumen tampoco necesita ser embalsado en Yesa, ya que los regantes de Bardenas han comenzado la construcción de tres embalses en el interior de la zona regable, Carcastillo, Malvecino y Laverné que con una capacidad de 41,5 hm3 serían suficientes para dar servicio a las nuevas hectáreas. Pero aun en el caso de que existiese la voluntad real de regar todo Bardenas II, existen alternativas más baratas y ambientalmente correctas: los aragoneses tenemos que dar ejemplo de ahorro, eficiencia, reutilización y modernización; la petición de una buena gestión del recurso no la debemos exigir sólo a valencianos y murcianos.

Es de notar que las limitaciones a la extensión de los nuevos regadíos, no sólo han quedado explicitadas en los mencionados Planes Nacionales de Regadío sino que forman parte de la política Agraria Común de la que por cierto depende nuestra agricultura en un 50%. Obviamente, sin fondos europeos no habrá transformaciones masivas y de hecho las negociaciones del Plan de Regadíos llevadas adelante por la propia DGA han limitado para Aragón la financiación en un máximo de 47.000 Ha sobre las 300.000 "prometidas" formalmente en el Plan de Cuenca del Ebro. Esta misma semana el consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Gonzalo Arguilé, retó al Grupo Parlamentario Popular a que consiguiera la financiación necesaria para duplicar la superficie de regadíos pactada entre DGA y Ministerio de Agricultura para el Plan Nacional de Regadíos, y afirmaba: «La DGA no puede poner más si quiere atender a la educación, asumir las competencias de sanidad y hacer frente a otros servicios, y la aportación europea ya está cerrada en 17.000 millones»: De donde no hay no se puede sacar.

El panorama es evidente: con la excusa de un regadío en Bardenas y un abastecimiento en Zaragoza se diseña un embalse con una capacidad enorme cuyos fines no son otros que el trasvase. La necesidad de un gran volumen de agua embalsada en el Ebro para realizar el trasvase es explicitada en el PHN así: «no es deseable plantear ninguna transferencia desde el curso bajo del Ebro si no se dispone de algún almacenamiento que permita cierta modulación en la toma. Si este almacenamiento fuese de 500 hm3 podrían derivarse 700 hm3/año; si fuese de 1000 se podrían derivar 1000 hm3/año; y si fuese de 1500 se podrían derivar 1200 hm3/ año". (PHN Análisis de los sistemas hidráulicos pág. 151).

Diseñado el trasvase, ya sólo quedaba la difícil operación política de conseguir construir uno de sus principales embalses reguladores en Aragón, justamente la comunidad donde la conciencia antitrasvase es más rotunda. El diseño de esta operación ya nació en tiempos de Gobierno Socialista: y la estrategia no fue otra que la del Pacto del Agua de Aragón . Si bien el Pacto aspiraba formalmente a promover el desarrollo del regadío en Aragón como uno de sus objetivos fundamentales, el documento se centraba en concretar proyectos , presupuestos y plazos para construir grandes presas, que a la postre acabarían siendo los grandes depósitos que permitirían regular los grandes trasvases promovidos por el Gobierno de Madrid.
Hoy de hecho, cuando el PSOE emite a través de reiteradas declaraciones de Cristina Narbona una muy positiva autocrítica respecto a su antiguo Plan Hidrológico Nacional , el PP no hace sino explotar esta vieja estrategia-trampa del Pacto del Agua.

Eso si, el cuidado para no vincular ante la opinión pública Yesa con el trasvase es exquisito, pero al final la verdad aflora y algunos cometen deslices. Especialmente notorias fueron las declaraciones, recogidas por Heraldo en abril de 1999, del Sr. Luis Ciudad, Presidente de la Comunidad General de Regantes de Bardenas: "Con Yesa recrecido podemos satisfacer las necesidades de Bardenas, dar servicio a industrias agroalimentarias y a los abastecimientos de Zaragoza y entorno (...) y, con el agua que sobre, podemos negociar con catalanes y valencianos". "El principio de solidaridad debe funcionar primero en Aragón, pero si sobra, debemos aplicarlo a todo el territorio español (...) se tratará de una importante cantidad de agua que pudiera hacer rentable cualquier inversión en infraestructuras asistiendo a ciudades con problemas como podría ser Barcelona". Este viernes, el Sr. Ciudad, ejecutor de la política trasvasista del PP en las Cinco Villas, asistía a la representación de la "primera piedra", intentando legitimar el embalse como proyecto por y para Aragón.

En este contexto el PSOE y el PAR, y lógicamente la DGA, que con tan loable claridad han respaldado la lucha contra los grandes trasvases deben reaccionar y plantar cara al engaño, asumiendo ese principio popular de que "rectificar es de sabios" y no "de débiles" como piensan a menudo los políticos.

Hoy es imposible e incoherente luchar contra el trasvase amparando o justificando este Recrecimiento de Yesa que nos pretende imponer el PP. Ha llegado el momento de que se reconozca abiertamente esta realidad, conocida por todo el arco parlamentario aragonés. El Gobierno de Aragón, que también lo es del Alto Aragón, no puede seguir mirando hacia otro lado, mareando la perdiz con las compensaciones a los afectados o incluso aplaudiendo esta actuación del PP. ¿Cuál es definitivamente la posición del Gobierno de Aragón con Yesa? ¿Y con los afectados por el recrecimiento? ¿Se va a seguir "luchando" contra el trasvase y apoyando las obras para que se pueda ejecutar? 

Todas estas preguntas deben de ser contestadas con urgencia, por que con el embalse de Yesa, Aragón pierde. Pierde 2.400 ha de territorio y patrimonios: se inundan 20 Km del Camino de Santiago, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se condena a desaparecer al pueblo de Sigüés, declarado Bien de Interés Cultural, pero sobre todo, la dignidad de la comarca de la Jacetania y Canal de Berdún vuelve a ser pisoteada. No bastó con expulsar a 1.400 personas en 1959; se vuelve a la carga dando una nueva vuelta de tuerca a la Alta Zaragoza en lugar de compensar a esos territorios por la deuda histórica que todos los ciudadanos les debemos, tras tantos años de recibir de ellos y aportarles tan poco.

Hoy es inaplazable cumplir el mandato de las Cortes de Aragón en el sentido de abrir un esfuerzo de diálogo social que permita la revisión del Pacto de Agua para evitar que el PP lo manipule como pieza clave de su política trasvasista de forma que se pueda preservar la unidad social conseguida hasta aquí en la lucha de Aragón contra esta brutal política impuesta a golpe de Marcha Militar que, por lo que se ha visto en Yesa, no sólo se reduce a aplicar la apisonadora de la mayoría parlamentaria sino que se explicita en el vergonzante despliegue, una vez más, de las compañías de operaciones especiales de la Guardia Civil en el Pirineo Aragonés.
Asociación Río Aragón-COAGRET