Diario del Alto Aragón, lunes 18 de septiembre de 2000

Gaspar Mairal antropólogo

"El Pacto del Agua es un programa de grandes obras"

Luisa PUEYO. JACA.- Gaspar Mairal, antropólogo, afirma que el impacto en la montaña de los grandes embalses no es sólo cuantitativo, sino también cualitativo porque se inutilizan los fondos de valles, estratégicos para cualquier opción de desarrollo. En Aragón hay un conflicto creciente de intereses porque se valora el desarrollo del llano, pero no el de la montaña. El Pacto del Agua es "un programa de grandes obras" que ha de sustituirse por otro negociado en condiciones de igualdad.


El antropólogo oscense Gaspar Mairal, que recientemente participó en las jornadas organizadas en Jaca por la Asociación Río Aragón contra el recrecimiento de Yesa, ve que en Aragón se da más valor al desarrollo del llano que al de la montaña. "Esta comunidad es uno de los territorios que registra mayor conflictividad por el papel del agua y su significación para un colectivo, con Costa como referente y una concepción redentora gracias a los regadíos. El trasvase es lo que trasciende en el resto de España. pero poco se sabe de este conflicto de Aragón debido al Pacto del agua y los proyectos para construir grandes embalses".

En el resto del mundo se está estudiando el impacto que las grandes presas tienen sobre los derechos humanos, y esto también sucede en España, solo que aquí no preocupa, asegura Mairal. "El agua ha de gestionarse con la ordenación del territorio. Los afectados por los embalses no son una minoría, sino todo un territorio, la montaña, cuyo valor es semejante al de cualquier otro, como el llano, cuyo desarrollo se pone como justificación. ¿Por qué ha de valer más este desarrollo?".

Hay que tener en cuenta que "el agua es de todos, pero su utilización exige obras. Hay ya un impacto histórico por los embalses existentes, que han proporcionado sistemas de riego. Históricamente la montaña ha tenido que ceder recursos propios, agua, territorio, población, y otras zonas han prosperado gracias a esto. La montaña ya ha pagado su cuota, y no ha recibido nada a cambio. El impacto aquí de las grandes presas no es sólo cuantitativo, sino cualitativo, porque se inutilizan los fondos de valle, que son estratégicos para cualquier opción de desarrollo. Los pocos que quedan son un activo imprescindible para ese desarrollo".

La confrontación entre territorios, "que en Aragón se está incrementando", debería desactivarse, pero para ello se necesita "igualdad y diálogo para reconocer los derechos de todos. El Pacto del Agua es un programa de grandes obras, más que un pacto. Hace falta uno verdadero, negociado en condiciones de igualdad. A los afectados no se les considera parte de la política hidráulica, y nunca se ha tenido en cuenta que puedan estar representados en el Consejo del Agua, mientras que hay una amplia representación de los regantes. Muchos líderes políticos aragoneses hablan de un conflicto entre mayorías y minorías, pero lo que hay es un conflicto de intereses entre dos territorios, y ellos están tomando partido por una de los dos, en detrimento del otro".