OPINIÓN

El Mundo, lunes 23 de octubre de 2000

LA HOJARASCA

CARLOS DE PRADA

Sub Judice

El principal argumento de Jaume Matas para vencer la resistencia al trasvase es su compromiso de realizar las obras del Pacto del Agua de Aragón. Pero cada vez más políticos aragoneses se desmarcan de ese pacto. Saben que los principales de esos embalses servirán para almacenar el agua para trasvasar y no para usarla en Aragón.

Se sienten estafados. Ven que los que más defienden el pacto son los defensores del trasvase. No temen que se les eche en cara que hace años apoyasen un pacto que les han cambiado. Y rectificar, además es de sabios. No pueden reclamar que no se expolie a los aragoneses y al mismo tiempo pretender hacerlo con sus propios paisanos del Pirineo -las principales víctimas del trasvase, que esta semana han convocado una huelga general, amenazados por el recrecimiento del embalse de Yesa, y los proyectos de Biscarrués, Santaliestra y Jánovas.

Estos embalses dañarían uno de los principales activos de Aragón en estos momentos: el turismo pirenaico. Hay decenas de proyectos menores, mucho más reclamados y sin problemas ecológicos ni sociales (pero quizá menos sabrosos para constructoras, hidroeléctricas y demás mercaderes del agua) que apenas son impulsados. Y eso contrasta con el sospechoso furor con el que algunos, dejándose incluso jirones de piel en las alambradas del Estado de Derecho, defienden aquellas cuatro obras.

La Justicia ha resuelto que se llame a declarar, entre otros, al ex secretario de Estado de Aguas, Benigno Blanco, en relación con una querella criminal por prevaricación, falsedad documental, delito ecológico y riesgo catastrófico por el proyecto del embalse de Santaliestra. Proyecto que tiene otra querella, varios contenciosos y una queja ante la UE. Situación jurídica compleja tienen también las otras tres obras.

¿Cómo puede el ministro comprometerse en firme a realizar «todas» las obras del Pacto si las principales están sub judice? Más que en sus manos están en las del Poder Judicial. Y esto, en un Estado con separación de poderes, debiera quizás invitar a declaraciones más cautelosas.

Por mucho que se quiera apoyar cuatro embalses que son parte esencial del trasvase. Y más cuando cada vez menos aragoneses apoyan que se recrezca el embalse de Yesa o se construyan los de Biscarrués, Santaliestra y Jánovas. No se ve una lógica ambiental, económica ni social en estos pantanos. Señor Matas, se lo digo con cariño: rectificar es de sabios.
 

http://www.el-mundo.es/diario/2000/10/23/sociedad/23N0143.html
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Asociación Río Aragón