Opinión
Yesano.com, 2-I-2003
Yesa y el desarrollo sostenible

Belén Boloqui. APUDEPA

Habrán observado los lectores que cuando la administración habla del pantano de Yesa y de su recrecimiento lo hace básicamente en parámetros de Hm³. Algo parecido ocurre con el trasvase del Ebro hacia el arco Mediterráneo. Para estas alturas todos deberíamos de saber que el recrecimiento de Yesa es la madre del trasvase. Las dos obras están vinculadas. Por eso, esgrimir desde Aragón como argumento incontestable, para justificar la cota máxima de Yesa, el denominado Pacto del Agua de 1992, es desde el punto de vista social inaceptable.

Las conferencias de las Naciones Unidas -desde la Cumbre de Río Janeiro en 1992- nos dan ejemplo de posicionamientos dinámicos, pues han ido adaptando y ampliando sus respectivos planes de acción al compás de la década. Por ejemplo, hoy el concepto de "desarrollo sostenible" es un término amplio, integrador e interdisciplinario que implica -según la 31ª Conferencia General de París de la UNESCO-la necesidad de generar en todos los países nuevos valores, modelos de conducta y estilos de vida que propicien la consecución de un futuro sostenible. Además, este desarrollo, según las mismas fuentes, debe responder a las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones venideras. Desde esa perspectiva el "viejo discurso del agua" y la actuación propuesta para Yesa son insostenibles. También, el propio progreso acelerado de las nuevas tecnologías de la información y comunicación invalida cualquier acuerdo rígido, como algunos sostienen que es el Pacto del Agua.

Cualquier ciudadano informado y preocupado por el desarrollo sostenible de nuestra comunidad echa en falta otras líneas argumentales, ausentes siempre de los discursos oficiales - y también de muchos políticos aragoneses-, pero no por omitidos menos importantes. Pueden que sean, al final, los que realmente impidan el que Yesa se recrezca: procesos judiciales abiertos por presuntas ilegalidades y, además, una estructura agraria en Aragón obsoleta y caciquil, vinculada a las concesiones de agua, a las hidroeléctricas, al cemento y a la tendencia -en alza- a la concentración de la tierra de regadío. La paradoja llega ala propia cuenca del Ebro donde hay pueblos, en la ribera del río que, por no contar apenas con regadío, son de secano. Desde esta perspectiva aumentar el regadío "a manta" en las Cinco Villas no tiene ningún sentido. Falta una reestructuración general de la producción agraria aragonesa.

Aplicar una política racional -social -del uso del agua y del paisaje, con datos actualizados y contrastados, es imprescindible en un gobierno moderno. La Nueva Cultura del Agua tiene sólidos argumentos en esta línea, pero es cierto que siguen prevaleciendo intereses políticos con vistas a las elecciones que ahora se aproximan, afines a discursos anacrónicos basados en la trilogía agua-regadío-votantes, a su vez relacionados, claro está, con el agro tradicional aragonés.

Apudepa, Asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés, ha defendido en estos últimos años otra línea argumental distinta, y fundamental, que debe de impedir que Yesa se recrezca, argumento que obviamente también omite el Ministerio de Medio Ambiente y casi todos los políticos aragoneses. La tesis proviene por la vía de la cultura -de la historia y del patrimonio cultural- que, a la luz de las declaraciones que suelen hacerse en los medios de comunicación, no parece importarle a casi nadie en esta Comunidad. Hablamos, claro está, del Camino de Santiago de Compostela a su paso por Aragón y más concretamente a la altura del pantano de Yesa. Los dos ramales, al Norte y Sur del pantano, protegidos por la UNESCO desde 1993 responden a la declaración y definición cartográfica de la mencionada ruta como Patrimonio de la Humanidad. Quede bien claro que los dos ramales no están, en buena parte, inundados por el pantano, pero estos datos, a menudo, se desconocen o se tergiversan. El Departamento de Cultura y Patrimonio de la D.G.A. reconoce este trazado y lo ha denominado "camino histórico desarticulado", pero desde esta asociación luchamos para que se siga utilizando el recorrido actual, no anegado por las aguas del actual pantano. Es la permanencia de la memoria y del paisaje, de los pueblos y sus gentes.

Por sus valores universales excepcionales, la inscripción del Camino de Santiago de Compostela consta desde 1993, ha incorporado tres criterios en un periodo concreto, la Baja Edad Media (siglos XII al XV): su papel relevante en los intercambios religiosos y culturales; fuente de desarrollo de numerosas tipologías de edificios y manifestación de la fe cristiana entre gentes y clases sociales diferentes de todos los países de Europa. Hay, por tanto, un camino histórico definido por la UNESCO y carecen de rigurosidad histórica quienes ignoran estas características del Camino Francés de Santiago. 

Recordamos al Ministerio de Medio Ambiente, al presidente de la CHE y a los políticos aragoneses -que parece que no se enteran- que  la declaración de Patrimonio de la Humanidad también  goza de los más altos niveles de protección, por ser este Camino un referente cultural para  toda la  Humanidad. Sus principios generales ya fueron  definidos en la Convención de París en 1972. El texto reconoce la obligación que tiene  cada estado, o gobierno,  de  proteger, conservar, rehabilitar y transmitir a las generaciones futuras el patrimonio cultural (y natural) situado en su territorio (Art.  4º ); también se reconoce que no se  puede "tomar ninguna medida que pueda causar daño directa o indirectamente", a dicho patrimonio (Art. 6.3) y,  también en París, se adoptó  que los estados  pondrían los medios apropiados  -programas educativos y de   información- para estimular en los pueblos el respeto y  el aprecio del patrimonio cultural y natural definido como Patrimonio de la Humanidad (Art. 27.1). Es de esperar que el Centro del Patrimonio de la Humanidad en Aragón, abierto recientemente por la D.G.A., ponga en acción estos programas.

Esta asociación  ya lo dijo en junio en  la Cortes cuando fue convocada ante la Mesa de Revisión del Pacto del Agua: el patrimonio Cultural aragonés, incluido el paisaje cultural,  tiene unas enormes potencialidades para el desarrollo sostenible (o,  mejor, ecosolidario) de Aragón y en esa línea hay que buscar un consenso social. Por eso, a estas alturas,  despreciar el Camino de Santiago en Aragón, a su paso por Yesa, sería un error de gravísimas consecuencias. Sin historia, ni memoria,  no hay futuro. Además, el tema de Yesa, socialmente encasquillado, tampoco admite los denominados "guiños políticos" electorales. Sería una irresponsabilidad caer en ellos. Estando así las cosas, Apudepa ha solicitado comparecer  ante la Mesa de Cultura en las Cortes de Aragón. ¡FELIZ AÑO 2003!

Asociación Río Aragón-COAGRET