OPINIÓN

El Mundo, viernes 13 de octubre de 2000

Un debate mal planteado
Francho Beltrán Audera. Hidrogeólogo

El debate de los trasvases está viciado en origen. Se parte de la base de que existen unas «cuencas deficitarias» y unas «cuencas excedentarias», conceptos ambos inéditos en la literatura científica internacional.

Sobre la existencia de déficit, hay que tener presente que la demanda puede variar mucho según las circunstancias, inflándose notablemente ante expectativas de precio casi cero y subvencionado. En 1973 se concibió un trasvase Ebro-Barcelona, basado en la urgente necesidad de llevar 1.400 hm3 si se quería evitar un caos que llegaría a principios de los 80. El trasvase no se hizo y el caos no llegó.

En el Proyecto de Plan Hidrológico Nacional (PHN) presentado en 1993, el área de Barcelona ya sólo necesitaba 475 hm3. Siete años después, el actual PHN ha reducido la cifra a 190 hm3 para Barcelona más el resto de las Cuencas Internas de Cataluña. De la misma manera, el Júcar «necesitaba» 805 hm3 en 1993 que se han reducido a 315 hm3 en el año 2000. Otro tanto ocurre con el Segura.

Siguiendo este ritmo, todo parece indicar que bastaría una moratoria de cinco o diez años para que las urgentes necesidades de trasvases quedaran reducidas a cero. Con un poquito de paciencia, descubriríamos que el problema tiene soluciones menos traumáticas para el Medio Ambiente y para nuestros bolsillos. Eso sí, también menos apetitosas para las Constructoras y ciertos estamentos que sueñan con ser los jeques del agua. No pueden poseer los ríos que, por Ley, son un bien público, así que parece que han decidido cargárselos para transformarlos en acequias, que sí pueden estar en manos privadas.

Y en cuanto a las presuntas «cuencas excedentarias», hay que decir que tal cosa no existe. No existen países excedentarios en playas ni países excedentarios en arte. ¿O es que acaso los monumentos deberían ser trasladados a zonas menos favorecidas? A Aragón no le sobran sus ríos ni le sobran esos hermosos valles del Pirineo que ahora se quiere inundar, expulsando a sus habitantes para almacenar agua para los trasvases.

Francho Beltrán Audera (hidrogeólogo). Zaragoza.
http://www.el-mundo.es/diario/2000/10/13/opinion/13N0038.html
 
Asociación Río Aragón