Opinión
El Periódico de Aragón, 5-III-2002
El artículo del día

CITA CONTRA EL PHN

PEDRO Arrojo

El próximo domingo en Barcelona nos jugamos mucho. Aunque las fuerzas políticas y sociales aragonesas han reaccionado tarde, la manifestación que tendrá lugar el 10 de Marzo contra el Plan Hidrológico Nacional, en vísperas de la primera cumbre europea presidida por Aznar, promete ser la más trascendental de cara a Europa.

Hace tan apenas año y medio, las diversas Plataformas de Defensa del Ebro nos reuníamos en Tortosa para lanzar lo que se denominó "la estrategia europea". Pocos creyeron entonces sinceramente en aquella iniciativa, y menos aún en nuestra tarjeta de presentación europea: la Marcha Azul. Sin embargo, lo cierto es que la Marcha desbordó incluso nuestras más
optimistas previsiones. 

La propuesta de construir un amplio frente europeo por la Nueva Cultura del Agua, contó desde un principio con el apoyo formal del grupo socialista, de Izquierda Unida y de los Verdes. Sin embargo ese apoyo, siendo de enorme valor político, era endeble, pues suponía poco más que el apoyo formal de las respectivas ejecutivas. La inmensa mayoría de parlamentarios europeos ni tan siquiera había oído hablar del PHN, de embalses que inundan pueblos o trasvases que amenazan deltas. Y respecto a los españoles, podemos imaginar el entusiasmo que supondría este compromiso entre los europarlamentarios de regiones como Murcia, Valencia, o incluso Andalucía y La Mancha, donde la tradicional demagogia del hormigón sigue intacta, pues el debate sobre la Nueva Cultura del Agua tan apenas si se ha lanzado. 

TRAS LA MARCHA, una labor paciente y discreta, despacho a despacho, por parte de los afectados del Delta y del Pirineo, ha ido generando una red de información entre los eurodiputados que permitió recientemente presentar el estudio de Evaluación Ambiental Estratégica elaborado por la Fundación Nueva Cultura del Agua, con el apoyo público de cinco grupos parlamentarios, incluidos los Liberales y el EDD (conservadores), aislando al Grupo Popular junto a los Neofascistas. Poco después, se aprobaba en la Comisión de Medio Ambiente con el apoyo de estos grupos, una moción crítica al PHN, a incluir en el texto por el desarrollo sostenible que el Parlamento presentará en la cumbre de Barcelona. Ante la posibilidad de que el pleno la ratificara, no se recuerda en el Parlamento una campaña de presiones tan descarada por parte de un Gobierno europeo, para evitar lo que se perfilaba como una humillante derrota política de Aznar en plena presidencia de la UE.

Este es el contexto en el que José Bono sale a la palestra pública para echar una mano al Gobierno del PP, reiterando su apoyo al PHN. La incoherencia y la falta de solidez política del PSOE en esta materia salía así una vez más a la luz en mal momento, en forma de una lamentable indisciplina interna que dejaba por los suelos el prestigio del partido ante Europa entera. Sin embargo, a mi entender, no hay mal que por bien no venga. A partir de aquí el PSOE debe reaccionar de una vez y acabar con la "hidroesquizofrenia" que reina en sus filas.

José Bono no puede seguir abanderando la Nueva Cultura del Agua para denostar la ampliación del trasvase Tajo-Segura mientras defiende el trasvase Tajo-Guadiana o apoya el del Ebro; de la misma forma que el Partido Socialista de Aragón no puede por más tiempo abanderar esos mismos argumentos de la Nueva Cultura del Agua y de la justicia interterritorial contra los trasvases mientras defiende inundar valles y pueblos en el Pirineo para hacer más regadíos en comarcas que ya recibieron decenas de miles de hectáreas, y que hoy lo que requieren son urgentes inversiones en modernización (a sabiendas para colmo de que esos embalses acabarán siendo la base de regulación de los trasvases, como declara ya abiertamente el Gobierno en Bruselas). 

A PESAR DE TODO, y de forma difícil de entender, los resultados del plenario del Parlamento, fueron sumamente positivos: una declaración que explicita el carácter insostenible de los grandes trasvases y la petición a la Comisión de que no financie este tipo de proyectos. Pero no sólo eso: más de 140 europarlamentarios, a pesar de la abstención socialista y del voto popular, alertando a la Unión Europea sobre la insensatez de inundar valles y pueblos en la civilizada Europa del siglo XXI.

En todo caso, el próximo domingo día 10 de Marzo tenemos la palabra los ciudadanos. En Barcelona, tendremos la oportunidad de dejar claro en la calle lo que algunos políticos oscurecieron con sus turbios juegos de poder e intrigas palaciegas. Europa nos estará observando. Nunca en nuestras anteriores manifestaciones hemos tenido tanta atención mediática europea, como tendremos en la manifestación de Barcelona.

El terremoto parlamentario que hemos montado en Bruselas, unido al impacto de cientos de miles de ciudadanos en Barcelona denunciando el fraude que supondría financiar esta oleada de embalses y trasvases con fondos europeos, que deben emplearse en actuaciones más razonables, garantizan, desde mi punto de vista, el fracaso de la estrategia del PP en la UE: una estrategia basada en oscuras negociaciones políticas de despacho que tratan de eludir el debate parlamentario y público, bajo el supuesto de que éste no es un problema europeo, sino un simple enfrentamiento interno entre Gobierno y PSOE. Hoy, mal que le pese al PP, se habla y se hablará del PHN en Europa. En este contexto, la Comisión Europea no tendrá más remedio que asumir un debate serio que debe terminar con la tramitación ante los tribunales europeos de las quejas presentadas contra el PHN.

*Profesor del Departamento de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza

Asociación Río Aragón-COAGRET