OPINIÓN

Carta de réplica a Domingo Purroy en el Diario del AltoAragón

Señor director:

No salgo de mi asombro. Leyendo las sucesivas cartas que va “produciendo” Domingo Purroy Solana no sé ya si indignarme o cerrar mi kiosko vital y marcharme a algún lugar donde la demagogia y la desfachatez más descarada no sean las normas habituales de actuación.

Habla siempre don Domingo en sus cartas de muchas cosas, lo mezcla todo en un “totum revolutum” indigesto y peor escrito. Suele mencionar siempre a Joaquín Costa y a su pensamiento para justificar la supuesta necesidad de nuevos embalses en el Pirineo pero ignora sistemáticamente otra de las célebres líneas argumentales del León de Graus, aquella que habla de cerrar con siete llaves el sepulcro del Cid. Hora es ya también de cerrar con siete llaves el pensamiento manipulado de Costa, de revisar sus escritos y de quitarle el lastre de maniqueísmo interesado. Por cierto, señor Purroy, tal vez no lo sepa pero fueron los miembros de la Liga de Contribuyentes de la Ribagorza –amigos íntimos y verdaderos albaceas del pensamiento de don Joaquín- quienes estuvieron desde un primer momento al frente del movimiento de oposición al pantano de Barasona. Ya ve que respeto han tenido ustedes a las ideas costistas. Por cierto, una lectura atenta de los libros de Costa depara grandes sorpresas y disensiones sobre el pensamiento “oficial” y pantanero que usted, señor Purroy, representa como pocos.

Hablemos de otras cosas. En su última carta nos pide a quienes, como yo, nos oponemos a nuevos pantanos en el Pirineo “un poco más de humanidad”. Supongo que no será esa misma humanidad de la que ustedes han hecho gala en los últimos cien años a la hora de destruir las comarcas pirenaicas. Pide que se indemnicen “bien” a los afectados por las tierras inundadas, que se hagan todas las obras que hagan falta para que la gente de la montaña pueda tener una vida mejor y, a cambio, nos manda –usted y otros que piensan como usted- a los antidisturbios para hacernos entrar en razón. Señor Purroy, ¿qué entiende usted por indemnizar “bien”?. Y ya puestos, ¿por qué sólo hay que indemnizar a la gente con tierras inundadas por los pantanos?. ¿Por qué no a toda una comarca a la que se expolia sus posibilidades de desarrollo?. ¿Por qué no a la gente que pierde sus referencias culturales, sociales, a la gente a la que se le cambia el clima, a aquellos a los que se aboca a vivir con un grave riesgo sobre sus poblaciones?. ¿Cuánto vale eso, señor Purroy?.

Yo no lo sé, pero soy cada vez más consciente de que en el Pirineo ya nos hemos hartado de demagogos como usted que no han traído a estas tierras sino miseria y miedo. Los ríos, señor Purroy, son de todos y deben seguir siendo de todos. No de las hidroeléctricas que se cargan sus caudales en función de las demandas del mercado. Ni de los sindicatos de riegos como el que usted representa, que hipotecan cualquier uso de las aguas ajeno a sus intereses. Es muy triste para los que vivimos al lado del Ésera, como es mi caso, comprobar como sus intereses particulares –los suyos, señor Purroy, y los de sus socios en el Canal de Aragón y Cataluña- nos impiden a quienes estamos aquí sacar el mínimo provecho de unas aguas que laminan nuestras casas.

Estamos hartos de mentiras y de amenazas, de comprobar como en la Ribagorza, por ejemplo, no existe un sola hectárea de regadío cuando soportamos pantanos que dan agua para regar más de 120.000 hectáreas kilómetros abajo, cuando vemos que demasiados pueblos de nuestra comarca todavía tienen gravísimos problemas con el agua corriente, cuando vemos que la electricidad que aquí se produce nos cuesta más cara y es mucho más precaria que la que les sirven a ustedes. Estamos indignados viendo como sueltan caudales de Barasona para turbinar los caudales en el canal o bien para chantajear a la opinión pública con supuestos desabastecimientos. Estamos cansados de levantarnos todas las mañanas temiendo nuevos proyectos de embalses en nuestra tierra: ahora resulta que no es ya Santaliestra, que también se pretenden construir nuevos pantanos en el Ésera o el de Beranuy en el Isábena.

Señor Purroy, algún día, si lo cree conveniente, le contestaré acerca del PHN y del mercado del agua al que nos pretenden abocar. Pero ahora déjeme que acabe esta carta hablando de autobuses. No sé yo si algún ayuntamiento pagó bocadillos a quienes bajamos el 11-M a Madrid; sí sé que que los pagaron a quienes acudieron a aquella manifestación que ustedes organizaron en Zaragoza para exigir la destrucción del Pirineo (y además repartieron frutas y hortalizas para fomentar la presencia de “manifestantes”). Ya sabe, aquello de la paja en ojo ajeno y la viga en el propio parece cuadrarle perfectamente. Atentamente.

María Ángeles Arasanz

Asociación Río Aragón