El Camino de Santiago en peligro
Patrimonio Aragonés, n.º 2: 9-10. Enero de 2001. Boletín de APUDEPA

El poder de la cultura

Plan Hidrológico Nacional y desarrollo sostenible
Un desarrollo disociado de su contexto humano y cultural es un crecimiento sin alma. El florecimiento pleno del desarrollo económico forma parte de la cultura de un pueblo.

En los mismos albores del siglo XXI es inaceptable que el gobierno español y las comunidades autónomas apliquen un modelo de desarrollo hidráulico antiguo y desfasado, en esencia el propuesto en el Regeneracionismo de finales del siglo XIX. Teniendo en cuenta el fortísimo cambio que ha experimentado la sociedad del siglo XX, con una mayor sensibilización hacia al medio natural y cultural, tal y como recoge la legislación europea y mundial (convenios y recomendaciones de la Unión Europea, del Consejo de Europa y de la UNESCO), la actual política hidrológica española tendría que estar basada en los siguientes factores: sociedad, medioambiente y cultura, pues esos son sus ámbitos específicos de actuación, y no así el ámbito económico, que es el que de verdad defiende el Plan Hidrológico Nacional (el "Pelotazo Hidrológico Nacional", en beneficio de unos pocos) en un país que practica el liberalismo económico.

Desde el punto de vista social, el PHN, y con él las Confederaciones Hidrográficas, tendrían que preocuparse por dar agua de boca a todos sus ciudadanos en cantidad suficiente y con la calidad necesaria, en paralelo, aspectos primordiales que en este país están todavía lejos de cumplirse. ¿Cuántos pueblos de España, o de Aragón, no tienen agua de boca, o agua suficiente, o agua potable durante todo el año o parte del año? No hace falta ir muy lejos, pues pueblos de la ribera del Ebro, ponemos como ejemplo Sástago, no tienen agua de calidad mínima para el verano. Otros, como el barrio de la Azucarera en Épila, no tienen agua de boca potable (se provee de agua de unas balsas "mal tratadas") y así se podrían poner otros ejemplos a lo largo y ancho de Aragón.

Desde el punto de vista medioambiental, el PHN debería preocuparse por desarrollar una política de rigurosa protección al medioambiente, que no hace, es decir, el hábitat, el transporte de sedimentos y nutrientes a los suelos aluviales y las costas, dilución de contaminantes en el río y llanuras de inundación. En su lugar, aplica una política de explotación, tal y como lo viene desarrollando en la actualidad.

Desde el punto de vista cultural, el PHN atenta gravemente contra la cultura y, por consiguiente, contra el desarrollo sostenible de Aragón y de España. De llevarse a cabo el PHN, no sólo desaparecerán los monumentos, que es lo único que parece que preocupa a algunos políticos mal preparados y de cortas miras, sino pueblos enteros, tradiciones y culturas seculares mantenidas en comarcas y municipios, en un país, y en una Comunidad, la nuestra, que tiene su patrimonio deficientemente inventariado y catalogado. Bajo el abandono y las aguas muchas cosas se perderán para siempre.

Para que los lectores comprendan mejor que el PHN tiene que ver con la cultura hemos incorporado a estas páginas el interesante gráfico de Francisco J. Ayala, en relación con las funciones del agua. Aquí se especifican las funciones ecológicas, las productivas tradicionales y las culturales, en cuyo apartado añadiríamos el patrimonio cultural, entendido como "paisaje cultural", término que, desde nuestro punto de vista, está mas a tono con las definiciones más actualizadas, tal y como la que ha definido la UNESCO en 1998, cuyo texto se incluye más adelante (Objetivo 3. Apartados 3 y 4).

Ni que decir tiene que las recomendaciones de la UNESCO que vamos a presentar nada tienen que ver con el PHN. ¿Para qué les va a preocupar al gobierno español la cultura ni el desarrollo sostenible que pueda derivarse de la misma y del respeto a las minorías culturales si no pertenecen a los "lobbies" de poder, es decir, a la administración hidráulica, hidroeléctricas, constructoras, banca, ese.?

¿Qué le ha importado a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), en la década de los años de 1960, inundar la Alta Zaragoza, las mejores tierras de los municipios de Tiermas, Ruesta, Esco, Artieda, Mianos o Sigüés, o en el Bajo Aragón, a orillas del Ebro, Mequinenza y Fayón? ¿Qué le ha importado a la CHE inundar los cascos históricos de los pueblos de Mequinenza y Fayón? ¿Qué le ha importado a la CHE expropiar los pueblos de Tiermas, Ruesta y Esco? ¿Qué le ha importado a la CHE provocar un drama social al desalojar Tiermas, Ruesta y Esco? ¿Qué le ha importado a la CHE que Tiermas, Ruesta y Esco hayan perdido sus tradiciones seculares, su cultura ancestral? ¿Qué le ha importado a la CHE que los nacidos en Tiermas no puedan ponerse ni en su carné de identidad su pueblo natal de origen? Tiermas, nombre de termas romanas, 2.000 años de historia a quien la Confederación Hidrográfica niega su nombre ¿Podrá darse mayor desatino para el corazón de un hombre que negarle su pueblo natal? ¿Acaso esa persona porque nació en Tiermas no existe?

¡Para que seguir! Esa era la política hidráulica nacional de mediados del siglo XX. Cincuenta años más tarde, en el año 2000, seguimos con parecidos planteamientos. Parece un sueño, una pesadilla, pero es así. Siguen aliados la Confederación Hidrográfica del Ebro, el Gobierno de Aragón, la Cortes y los partidos políticos (salvo la honrosa excepción de la CHA e INAR), todos ellos llevados por intereses propios y por un clientelismo basado en un discurso anticuado, impropio de los datos que objetivamente aporta la comunidad científica para un desarrollo sostenible de verdad, del que se beneficien con esperanza de futuro nuestros hijos. Porque ahora ya no estamos hablando de las Cortes domesticadas del franquismo aunque se lleguen a acuerdos parecidos en materia de política hidráulica. Ahora estamos en democracia pero a los regantes y a la sociedad en general se les tiene mal informados. Por motivos obvios, y entre ellos está la subida de temperaturas por el cambio climático y la falta de población en Aragón, no es posible mantener esta política del agua basada en la de 1900.

Y si no reaccionamos a tiempo y erradicamos la incoherencia del discurso político del Gobierno de Aragón, más tierras de los municipios de Ruesta, Esco, Artieda, Mianos, Tiermas y Sigüés serán inundadas. Por otro lado, el Pacto del Agua en Aragón no es una ley, es un acuerdo de las Cortes aragonesas, una Proposición No de Ley, y por tanto discutible y reformable. Es inadmisible que a estas alturas para que no sea inundado el pueblo de Sigüés se propongan dos presas y que la Cortes de Aragón por mayoría estén de acuerdo. Todo en beneficio de unas hidroeléctricas y de unos pocos más relacionados con el cemento y la banca. Andamos casi igual que hace cincuenta años, en la época del desarrollismo franquista. Respóndannos, ¿qué ha cambiado? A todos estos municipios sumaremos ahora las inundaciones del recrecimiento del embalse de Yesa y las nuevas presas previstas de Santaliestra y Biscarrués. Sin remedio, ni compasión, Aragón va para comunidad tercermundista: son datos científicos, ni más ni menos.

Si la comparamos con otras comunidades, o con otros países de Europa, en patrimonio cultural la Comunidad Autónoma de Aragón va de mal en peor. Por mucho que nos duela a todos, APUDEPA tiene obligación de advertir a la opinión pública que atentando contra el patrimonio cultural, como al medio ambiente en el que se inscribe, ni Aragón ni España logrará un desarrollo sostenible ni equilibrado, a pesar de todas las promesas de los políticos.

Esta Asociación, con las cuotas de sus socios, editará 1.500 ejemplares de su Boletín, a fin de que llegue al Gobierno de Aragón, a todos los diputados de las Cortes de Aragón, y a la Confederación Hidrográfica del Ebro, responsables de las decisiones políticas y del futuro de nuestra Comunidad Autónoma en estos momentos tan trascendentales.

Tampoco la prensa es ajena a las responsabilidades, pues como dice la propia "Conferencia de Estocolmo", a la que luego aludiremos, está obligada a informar pluralmente y con libertad de expresión. Y nosotros nos preguntamos, ¿por qué en las páginas de "Heraldo de Aragón" del día 9 de noviembre no aparecieron ninguna referencia a las importantes y esclarecedoras conferencias de F Ayala Carcedo, investigador de Ciencias de la Tierra, y de F López Vera, catedrático de hidrología, ambos miembros de la comunidad universitaria española, y sí se comentaron algunas palabras del aragonés Santiago Marraco, último conferenciante en el acto del día 8, "Aragón, agua y futuro"?

Por su interés y actualidad hemos extractado algunos puntos de la "Conferencia Intergubernamental sobre Políticas Culturales para el Desarrollo", celebrada en Estocolmo (Suecia), del 30 de marzo al 2 de abril de 1998. A la capital sueca acudieron 2.500 participantes, procedentes de 149 países, a fin de reformular las políticas culturales en el seno de un marco de desarrollo humano. El resultado fue el "Plan de Acción" adoptado por la conferencia el 2 de abril. Seguro que España suscribió el acuerdo, pero también es cierto que en la práctica los gobiernos central y autonómico suelen considerarlos como "papel mojado" y no se les ocurre incorporarlos en sus respectivos departamentos. En cualquier caso, juzgue el lector por sí mismo consultando el texto completo en la página Web de la UNESCO, http://www.unesco.org/culture/developement/policies/Conference/html

Si la incluimos en este Boletín es por la importancia en sí misma y por su trascendencia futura, pues está previsto elaborar una estrategia de conjunto para su seguimiento concreto, incluyendo la posibilidad de organizar una Cumbre Mundial sobre cultura y desarrollo. También la conferencia recomienda al Director General de la UNESCO que aliente la formación de redes de investigación e información en materia de políticas culturales para el desarrollo, comprendiendo el estudio de la creación de un observatorio de políticas culturales.

Mientras tanto, nos preguntamos, ¿en qué piensa, cuándo va a reaccionar "UNESCO Aragón"? Artieda, Mianos, Ruesta, Esco y Tiermas pertenecen al Patrimonio de la Humanidad en 23 km por formar parte del Camino de Santiago en España y del Primer Itinerario Cultural Europeo. ¿Por qué no urgen excavar, inventariar y catalogar, yacimiento por yacimiento, bien por bien, sea inmueble o mueble? ¿y el patrimonio inmaterial? ¿Por qué no se ha aplicado a estas alturas algún programa europeo de ayuda? Mientras tanto, hay tantos programas de ayuda en Europa que Aragón pierde por una muy deficiente política en patrimonio cultural.

Y la comunidad universitaria como tal, ¿nada tiene qué decir con tanto expolio? ¿Y lo que viene? Permitir, entre otras muchas cosas, que la ermita de San Juan Bautista de Maltray se arruine, como se está arruinando y que quede bajo las aguas, es un crimen cultural, es no entender nada de los orígenes del Reino de Aragón. Ya hablaba insistentemente hace treinta años D. José Mª Lacarra, en su brillante libro "Aragón en el Pasado", del secular egoísmo de nuestra clase dirigente, incluida la aristocracia de antaño. Llámesele ahora Cortes de Aragón y empresarios, todavía es, en definitiva, un poco más de los mismo. ¿Hasta cuándo?

12 de noviembre de 2000 Día del "Abrazo al Ebro".

Asociación Río Aragón-COAGRET