Opinión
YesaNo.com, 29-IX-2006

¿POR QUÉ EN YESA NO?

 Miguel Solana


En un momento en que se venden acuerdos en materia hidráulica en Aragón se constata como van avanzando las posiciones de quienes desde hace más de 20 años venimos defendiendo tesis que si entonces resultaban denostadas ahora han pasado a ser patrimonio del sentido común. No inundar pueblos, potenciar usos alternativos al de su regulación en los ríos o embalsar en las propias zonas de regadío como estrategia posible e incluso imprescindible para los necesarios procesos de modernización son conceptos claves que han aparecido en las alternativas dadas en el Matarraña, Santaliestra o Biscarrués. La constancia y visión de futuro de los afectados han sido fundamentales para estos cambios de perspectiva , aunque ahora aparecen muchos que hasta hace cuatro días estaban escondidos dispuestos a ponerse las medallas, y seguirán siendo claves para que los siguientes grandes retos de garantizar caudales y regímenes en los ríos acordes a los principios de la DMA y en paralelo limitar las disparatadas ampliaciones del regadío planteadas, sean posibles a corto plazo.

Lo curioso de todo esto es que lo que en estos casos es posible en Yesa no lo fue y por eso sigue siendo una herida abierta, por mucho que a algunos les pese, que cuenta con la oposición de los verdaderamente afectados, las organizaciones ecologistas, CHA y cualesquiera de nuestros personajes de relevancia adscritos a lo que se ha dado en llamar Nueva Cultura del Agua. Y yo me pregunto ¿porqué en el dictamen sobre Yesa no se arbitraron las soluciones considerando que debe ser Bardenas quien asuma el almacenamiento del agua que se le puede extraer de forma razonable al río Aragón, de forma suplementaria a la gran regulación en cabecera que ya es el actual embalse?. Es curioso que ni tan siquiera se permitió el debate en serio de esta cuestión a pesar de ser totalmente necesaria una estrategia de este tipo dada la limitada capacidad de transporte del actual canal, irrecrecible en algunos tramos. Y sólo se me ocurren dos razones: La primera que primaron demasiado los intereses personales en la ponencia que debate las obras
conflictivas, con un presidente y un representante de los regantes directamente beneficiarios de Yesa. Como me parece una actitud excesivamente mezquina debo pensar que la clave está en una segunda posibilidad.

El recrecimiento de Yesa es el peaje que hay que pagar a la vieja política hidráulica y se quiere mantener su papel de embalse estratégico de la cuenca. Pero, estando en el cauce del río su único papel estratégico está asociada a ansias trasvasistas todavía no desterradas. Y cuando uno lee al consejero valenciano de infraestructuras decir que: “A la comunidad valenciana han venido usuarios del Ebro a ofrecernos agua que les sobra porque no la utilizan, y que estarían dispuestos a vendérnosla si algún día se construye la infraestructura” y recuerda al Sr. Ciudad presidente de la Comunidad General de Bardenas diciendo: “Con Yesa recrecido podemos satisfacer las necesidades de Bardenas, dar servicio a industrias agroalimentarias y a los abastecimientos de Zaragoza y entorno... y, con el agua que sobre, podemos negociar con catalanes o valencianos” pues que quieren que les diga: claro como el agua. Por eso muchos seguiremos luchando para que la gran injusticia y despropósito que es el recrecimiento de Yesa para almacenar más de 1000 hm3 en un río de 1200 se entierre para siempre y los sufridos habitantes de los pueblos ribereños puedan descansar tranquilos. Algo a lo que tienen todo el derecho del mundo.


 

 

Asociación Río Aragón-COAGRET