Opinión
YesaNo.com, 13-V-2004
Camino de Santiago inundado
 

Juanma Hernández Agudo

Ekologistak martxan Iruña-Ecologistas en Acción
 

El príncipe Felipe ha presidido en Orreaga (Roncesvalles) la ceremonia de apertura del año Jacobeo 2004. Independientemente de la fe que se profese al santo, el Camino de Santiago posee un elevado interés artístico, histórico, cultural y natural que atrae a miles de personas de los cinco continentes. Es por lo tanto un valor en alza que conviene divulgar y proteger.

Dos vías jacobeas atraviesan Navarra. La primera, lugar de las celebraciones, proviene de Donibane Garazi (Saint-Jean Pied de Port) y pasa por Orreaga. La segunda vía, no tan conocida, viene de Somport (Pirineo aragonés) y tras atravesar Jaca, Puente la Reina y Artieda entra en Navarra por Sangüesa. Esta segunda vía del Camino de Santiago no está precisamente para celebraciones. Así, una grave amenaza se cierne sobre este Ramal, muy cerca de la muga con Navarra, donde más de 15 km declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO van a desaparecer bajo las aguas del Recrecimiento de Yesa. Con este macroproyecto, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) pretende triplicar la capacidad del actual embalse (de 500 a 1500 hm3) a consecuencia del cual quedarán inundadas otras 2400 hectáreas y afectadas las localidades de Artieda, Mianos y Sigüés (400 personas), las tres enclaves del Camino de Santiago. Bajo las aguas desaparecerá su rico patrimonio arqueológico, varias ermitas, iglesias y un entorno natural de gran diversidad en el que destacan la foz de Sigüés y las sierras de Leire y Orba.

Las excusas de la CHE para recrecer Yesa pivotan entre la necesidad de abastecer Zaragoza de agua de boca y la ampliación masiva de regadíos en Bardenas de Aragón. La demanda de agua para Zaragoza es satisfecha con el actual Yesa. La pequeña cantidad que en un futuro pueda necesitarse no precisa de un macroembalse como el que se proyecta. Por otra parte, la ampliación de regadíos entra en contradicción con la Política Agrícola Comunitaria y con el propio Plan Nacional de Regadíos pues plantean muchísimas menos hectáreas para los cultivos de regadío. Los verdaderos objetivos de este macroproyecto no son otros que el interés hidroeléctrico, el negocio de la distribución del agua por empresas privadas y fundamentalmente, el almacenamiento de agua para trasvasar a la costa mediterránea. Tanto Itoiz como Yesa son piezas claves de ese gran trasvase del Ebro recogido en el Plan Hidrológico Nacional.

Artieda de Aragón, municipio en la cola del actual embalse, vivió hace unas semanas una jornada de protesta contra el Recrecimiento que junto a los vecinos de las localidades afectadas contó con la presencia de numerosas personas opuestas al Plan Hidrológico Nacional y su política de grandes embalses. La concentración reunió entre otros a gentes procedentes del Delta del Ebro y a vecinos afectados por el embalse de Itoiz. Curiosamente hay otro Artieda en Navarra , entre Aoiz y Lumbier, a orillas del Irati y por tanto muy cercano a ese otro macro pantano que es Itoiz. Está visto que no sólo el nombre les une sino también la desgracia. El Recrecimiento convertirá a Artieda en una especie de txalupa y Artieda de Navarra podría correr la misma "suerte" si se cumplen las previsiones catastróficas recogidas en los informes geológicos sobre Itoiz. Mientras tanto Artieda, Mianos y Sigüés son una piña en contra del Recrecimiento. Nadie ha firmado las actas de expropiación de sus tierras.

Nuevamente son las gentes de la montaña las que tienen que padecer las consecuencias de esas nefastas políticas hidráulicas. En la construcción del actual Yesa (1959), Tiermas, Ruesta y Esco con sus 1500 habitantes fueron las primeras víctimas. En las últimas décadas en el Pirineo Central 4000 personas han sido desalojadas, 30 pueblos abandonados, 8000 has. de valle inundadas y con ellos su medio de vida, historia, etc.

Tras los fastos organizativos de esta sesión inaugural del año Jacobeo se esconden las actuaciones cotidianas de esas autoridades que en lugar de fomentar políticas a favor de las zonas de montaña fuerzan su desaparición mediante embalses como Itoiz o Yesa. En el acto de Orreaga la Jeraquía eclesiástica ha bendecido el Camino de Santiago. Son muchas y muy valiosas la propiedades de la Iglesia a lo largo del Camino. En el tramo afectado por el Recrecimiento de Yesa hay varias ermitas e iglesias afectadas. En Artozki, cuando el Gobierno de Navarra ordenó el derribo del pueblo, iglesia incluida, el Arzobispado no dijo nada. ¿Volverán a permanecer impasibles a cambio de llenar sus bolsillos con la recompensa a su silencio?

Los ecologistas venimos repitiéndolo hasta la saciedad, urge una nueva política del agua. Esa política rancia basada en la construcción de grandes obras hidráulicas es la que debe quedar sepultada por las aguas.

Asociación Río Aragón-COAGRET