JACA.- La Asociación Río Aragón
denuncia la aparición de agujeros y nuevas grietas en la zona de
la ladera izquierda del embalse de Yesa donde el año pasado se
produjo un deslizamiento de 3,5 hectómetros cúbicos de tierra. La
reaparición de las grietas, detectada hace doce días por miembros
de la Asociación, coincide con el cese “de un día para otro” de
los trabajos de traslado de la escombrera causante del citado
deslizamiento y relacionada con las obras de recrecimiento de la
presa.
Río Aragón exige que la CHE aporte datos sobre lo que ocurre y
considera “una irresponsabilidad y una ilegalidad” que en estas
condiciones el Ministerio de Medio Ambiente pretenda sacar a
información pública el modificado del proyecto. Las nuevas grietas
-detectadas donde salieron las anteriores, que la CHE cubrió con
tierra- tienen decenas de metros de longitud y algunos agujeros,
1,5 metros de diámetro y más de 2 de profundidad.
La denuncia de las nuevas grietas y de la reactivación del
deslizamiento la realizaron ayer, con el apoyo de fotografías
tomadas en los dos últimos domingos en el lugar afectado, el
alcalde de Artieda, Javier Jiménez, el concejal y ex alcalde, Luis
Solana, ambos de Río Aragón, y el portavoz del colectivo,
Guillermo Lacasta. Para Javier Jiménez, la coincidencia de la
reaparición de las grietas y el cese de los trabajos de traslado
de la escombrera “nos lleva a sospechar que tienen problemas, pero
la CHE no dice nada. Por eso denunciamos el hecho y pedimos
explicaciones sobre qué está pasando y qué medidas se van a
adoptar. Con la evidencia de que el riesgo sigue allí, pedimos
también la paralización de las obras y el descarte del
recrecimiento”.
“La aparición de estas grietas en la zona donde se produjo el
deslizamiento sitúa la realidad de Yesa en su justo término”,
afirmó Luis Solana, quien criticó con dureza “la campaña de la
semana pasada”, cuando se anunció de forma oficiosa la salida a
información pública del modificado del proyecto, a la vez que se
insistía en vincularlo con el abastecimiento de agua a Zaragoza,
“algo que parecía superado”, ya que para obtener financiación de
la Unión Europea ésta obligó a aclarar que ambos proyectos no
están vinculados. “Nos parece demagógica y burda la utilización en
este sentido”, dijo. Añadió que “sacar a información pública el
modificado en estas condiciones sería una completa
irresponsabilidad y una ilegalidad manifiesta”, y que la
reactivación del deslizamiento hace “ineludible la nueva
evaluación de impacto ambiental del proyecto, que tendría que
traer su descarte”.
Por su parte, Guillermo Lacasta explicó que desde que se tuvo
conocimiento del deslizamiento se ha mantenido un seguimiento de
la ladera y “estas fotos demuestran que, tal y como preveían los
propios informes de la CHE y lo que adelantó en su día el profesor
Antonio Casas, en el momento en que comenzara el desembalse el
deslizamiento volvería a activarse”. El hecho ocurre, además, en
mejores condiciones que el año pasado, pues hay más agua y además
se ha trabajado durante dos meses en la retirada de parte de la
escombrera. “A principios de julio –precisó- había 383 hectómetros
cúbicos en el embalse, y ahora hay 333, mientras que a mediados de
julio del 2006 había 284 hectómetros cúbicos”.
En todo caso, señaló, la CHE y el Ministerio deben informar, con
datos que aporten los inclinómetros colocados en la ladera, sobre
cuándo se comenzó a detectar la reactivación del deslizamiento o
el origen de las grietas. También deben explicar “por qué si, como
han dicho, no hay peligro, no están trabajando ahora mismo en esa
zona”. Lacasta recordó las “poco afortunadas palabras de Antonio
Serrano, que en las jornadas de Zaragoza se atrevió a decir que el
tema de Yesa estaba zanjado”, e incidió en que “no han dado
muestras de tener la solución a este gravísimo problema, y siguen
centrados en analizar, y como les interesa, el deslizamiento que
se produjo, pero estamos hablando de una ladera inestable de más
de 50 hectómetros cúbicos, y esto es lo realmente peligroso”, como
ha reiterado el profesor Casas.
Audiencia Nacional
Por otro lado, Luis Solana aludió a que se sigue a la espera de
que la Audiencia Nacional resuelva los recursos
contencioso-administrativos que están pendientes, “otra realidad
que se quiere obviar”, e informó de que esta Audiencia ha admitido
“como un elemento nuevo” el informe técnico realizado a petición
de la Administración sobre el deslizamiento de la ladera ocurrido
en 2006. El escrito fue presentado por el Ayuntamiento artiedano y
la Asociación. También se han aceptado la sentencia del Tribunal
Superior de Justicia de Aragón que rechaza el recurso de la
Comunidad de Regantes de Bardenas contra el proceso de
expropiación de Artieda, y el informe realizado por el propio
Ministerio sobre la afección del proyecto a nuevas variables
ambientales. Es decir, que a nivel jurídico “hay un
cuestionamiento del proyecto y está todo por decidir”, afirmó.
En otro orden de cosas, Río Aragón celebrará una asamblea el día
29 en la que Javier Jiménez, elegido alcalde en marzo, dejará la
presidencia, que será ocupada por Luis Solana si así lo ratifican
los socios.
Luisa PUEYO
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