Aragón, 25/05/2006.- Los representantes de la Coordinadora de
Afectados por Grandes Embalses y Trasvases (COAGRET) no han
acudido a la Ponencia de obras conflictivas de la Comisión del
Agua; los motivos por los que COAGRET abandonó la Comisión del
Agua no han cambiado y seguimos considerando que la Comisión, como
foro de diálogo y consenso, ha fracasado.
El empeño por conseguir que la Comisión del Agua siga funcionando
como hasta ahora, pese a los abandonos, descontentos y desacuerdos
expresados por distintos integrantes de la Comisión en la ronda de
conversaciones con el Consejero Boné, hace dudar de las verdaderas
intenciones de cambio real en el funcionamiento de la misma y que
en su día y fruto de un intento de lavar la imagen, fueron
anunciadas por el Sr. Boné a la prensa.
Desde COAGRET denunciamos la falta de validez y la nula razón de
ser que puede tener la Ponencia de obras conflictivas, en la
búsqueda de un consenso a través del diálogo, al no estar presente
una de las partes del conflicto.
El regreso de los afectados a la Ponencia no se producirá hasta
que no se les reconozca su papel fundamental en la resolución del
conflicto, dentro de la Comisión del Agua, y se tengan en cuenta
las peticiones realizadas cuando se produjo el abandono de la
Comisión. Han pasado varias semanas desde el abandono de la
Comisión y ninguna de las cuestiones planteadas por los afectados
para su regreso ha sido atendida por el Consejero.
La resolución de este conflicto requiere un cambio sustantivo en
la gestión de la presidencia, en los métodos de la Comisión y en
el papel que debe jugar el Instituto Aragonés del Agua y su
presidencia, necesariamente mediador y equidistante. Las recientes
actuaciones de responsables máximos del Instituto Aragonés del
Agua, negociando propuestas de resolución con una de las partes
del conflicto, a espaldas de la que corresponde a los afectados,
nos parecen de suma gravedad.
Finalmente pedimos al Sr. Boné que no se confunda, ni intente
confundir a la ciudadanía; la reciente sentencia del caso Yesa es
independiente de las decisiones que tomara en su día la Comisión
del Agua, y que la sentencia en sí no va a resolver el conflicto
(cuya realidad se reconoce en la sentencia). Debemos recordar que
en su día la Comisión no quiso llegar a un consenso (que era
posible) sobre el recrecimiento de Yesa, imponiendo en cambio la
decisión mayoritaria, y así no se resolvió el conflicto y se tuvo
que llegar a los tribunales.
|