E. BAYONA (09/03/2006)
El proyecto de recrecimiento de Yesa ha tenido fases celéricas,
casi vertiginosas, en los casi 23 años que lleva deambulando por
la Administración. Una de ellas se hizo pública ayer, en el
juicio que celebra la Audiencia de Madrid contra seis exaltos
cargos y funcionarios del Ministerio de Medio Ambiente y la
Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) por las presuntas
corruptelas en su tramitación.
El expediente fue entregado en mano por funcionarios de la CHE
en el ministerio el 3 de junio del 99. Al día siguiente, el
entonces director general de Obras Hidráulicas, Carlos Escartín,
resolvió licitar la redacción de los trabajos con un formato de
concurso de proyecto-obra --para lo que carecía de
competencias-- que acabó ganando, entre otras, la constructora
que lo fichó unos meses después. Al día siguiente, el Consejo de
Ministros autorizaba la licitación. En ese periodo, según
declaró ayer el exsecretario general del ministerio, Carlos
Vázquez Cobos --uno de los seis acusados--, el proyecto debió
pasar por el Ministerio de Presidencia para ser estudiado por
representantes del resto de departamentos ministeriales --16-- y
por la Comisión de Subsecretarios, que suele reunirse la víspera
de los consejos y sin cuyo plácet los asuntos no llegan a la
sesión del Gabinete. "Eso era absolutamente normal", dijo ayer
Cobos.
El Servicio Jurídico del Estado devolvió el expediente a Medio
Ambiente el 7 de junio. El fiscal preguntó "por qué no hay
control de legalidad en la obra presupuestariamente más
importante de aquella época". Cobos declaró que no era
necesario, y que el único documento que debían revisar los
letrados era el proyecto definitivo, elaborado por las
constructoras que ganaron el concurso en el 2000 y "que sí fue
sometido a control". El exsecretario también dijo que la
Declaración de Impacto Ambiental no requiere chequeos jurídicos
ni técnicos antes de su aprobación.
Cobos rechazó tanto haber sido presionado para agilizar el
proyecto como que él hubiera intentado influir en la responsable
del visto bueno ecológico --María Dolores Carillo, también
acusada-- para desbloquear el recrecimiento. También indicó que
el proyecto de las constructoras contemplaba los estudios de
riesgo sísmico que reclamó Evaluación Ambiental. Lo mismo
declaró José Luis Uceda, exingeniero de la Confederación
Hidrográfica del Ebro y también acusado. Sin embargo, las
conclusiones ambientales del nuevo proyecto y las medidas
planteadas para corregirlas no salieron a información pública.
"No es necesario", dijo Cobos. "Lo que sí debe someterse a
información pública es el estudio de impacto", añadió.
Uceda, por su parte, aseguró que "el riesgo de las laderas está
estudiado desde el 80" y que esa problemática quedó solucionada
"en el 62, después de unos desprendimientos en el primer
llenado" del pantano.
Cobos, profesor de Derecho Administrativo, rebatió las
explicaciones ofrecidas la víspera por Escartín, que aseguró que
licitó el proyecto tras recibir una orden del Consejo de
Ministros en ese sentido.
"Así
hasta la jubilación"
El presidente de la sala pide a los abogados que agilicen los
interrogatorios para evitar que la vista oral acumule retrasos.
E. B. D. (09/03/2006)
"Podemos seguir así hasta la jubilación, incluso más, porque el
juicio está iniciado". El presidente del tribunal de la
Audiencia de Madrid que enjuicia las presuntas corruptelas en la
tramitación del proyecto de recrecimiento de Yesa, Arturo
Beltrán, pidió ayer a los abogados y el fiscal que agilizaran
los interrogatorios ante el retraso que acumula la vista oral.
"Las pruebas de cargo rara vez se obtienen de la confesión",
dijo antes de sugerir al abogado del Estado que redujera la
continua propuesta de lectura de folios del sumario a sus
defendidos. El ojeo de los folios iba seguido de la petición de
ratificación de lo que podía leerse en ellos. "Era inocua esa
sugestión en cuanto preexiste la prueba documental", le indicó
al letrado. Venía a decirle que no es necesario probar, por
obvio, la existencia de lo que está incluido en la causa. Con
todo, agradeció a los abogados esa práctica --aunque insistiendo
en pedirles que la limitaran-- ya que "sirve para que el
tribunal tenga presentes las agujas del pajar que se le pueden
pasar".
Mediada la sesión, llamó de nuevo la atención al abogado del
Estado, que formuló numerosas cuestiones sobre los
procedimientos administrativos a Carlos Vázquez Cobos,
exsecretario general del Ministerio de Medio Ambiente. "Están en
su derecho de creer que un tribunal penal no sabe de Derecho
Administrativo", dijo al letrado y los acusados antes de matizar
que una cosa es no ser experto en una materia y otra muy
distinta, que en este caso no se da, ser lego. "Sobre derecho
Administrativo, ni una pregunta más. Sobre hechos".
Al acabar la sesión, la defensa renunció a tres de los cinco
testigos citados para el próximo lunes. El presidente de la
sala, por su parte, decidió adelantar el inicio de la vista para
hoy. Un acusado, que va y viene cada día desde Zaragoza,
advirtió que depender del transporte público y enfrentarse al
caótico tráfico madrileño para atravesar la ciudad, plagada de
obras, podía dificultar su presencia. "No se preocupe --le dijo
Beltrán--. Sin ustedes no empieza el juicio. No hay más tu tía".
El
exingeniero de la CHE Luis Uceda: "¡Para, animal, que se cae la
presa!"
(09/03/2006)
El exingeniero de la CHE
José Luis Uceda, acusado en el juicio, se desvinculó ayer de
cualquier irregularidad en la tramitación del proyecto de
recrecimiento de Yesa apelando al "conducto reglamentario. En
cualquier Administración se propone, y el escalón de arriba lo
aprueba o lo para". Uceda elaboró el proyecto del 93, en el que
propuso estudiar los riesgos sísmicos. Al pedirle Madrid que lo
hiciera, redactó el pliego de bases para contratar a una empresa
externa. También advirtió que el estudio ambiental presentaba
carencias por estar elaborado en una etapa transitoria. "En el
94 se acaba el redactor del proyecto. Me quedo a la espera de
medios de la superioridad. Ahí me he parado. Mis trabajos, los
de mi equipo, se adecuan a la legalidad vigente". Uceda, que en
1999 propuso un pliego de cláusulas para paliar los efectos
ambientales, añadió que "si alguien hubiera visto que se iba a
caer la presa, que para mí eso es una catástrofe, hubiera dicho:
para, animal".
Cosas
feas
JOSÉ LUIS Trasobares
(09/03/2006)
Y a mí qué me cuenta, dijo textualmente el ex-director general
de Obras Hidráulicas, Carlos Escartín, cuando el fiscal le
preguntó anteayer por la inclusión en la contrata para el
recrecimiento de Yesa de una partida milmillonaria (en pesetas)
que ni siquiera había salido a información pública. He aquí la
imagen y el paradigma de una forma de entender las grandes obras
públicas en general. Resulta que Escartín adjudicó los trabajos
para ampliar el gran pantano del río Aragón a una unión de
empresas por una de las cuales (la ACS de Florentino Pérez)
fichó meses después como director de contratación. Y resulta que
la misma consultora que elaboró las bases de dicho concurso
preparó también la propuesta de la susodicha unión de empresas
(yo me lo guiso, yo me lo como). Pero el ex-director general
pasa de todo.
Estas superposiciones de intereses (como la que afecta al
ex-presidente de la CHE, Tomas Sancho, que adjudicó a una
empresa de la que había sido accionista destacado el proyecto
para traer a Zaragoza el agua de Yesa), estas coincidencias tan
estupendas, digo, tal vez sean legales o tal vez no. Ya lo dirán
los jueces. Pero son feas, feísimas. Por lo menos lo eran
(horrorosas) cuando, allá por los finales de los Ochenta y
principios de los Noventa, gobernaban España los socialistas.
Mas a partir del 95-96 nos entró una extraña flojera y al filo
del nuevo siglo, cortando ya el bacalao Escartín y Sancho bajo
el supremo liderazgo de Aznar, dejó de parecernos raro lo que
antes nos llenaba de sospechas. Incluso ahora, que hay un juicio
en marcha respecto a estas zonas de sombra en la puesta en
marcha del fracasado recrecimiento máximo de Yesa, los grandes
medios nacionales tratan el tema como noticia de Tercera
Regional.
Pero a ciertas personas (entre las que me encuentro) las cosas
feas nos parecen feas las hagan unos u otros. Más afrentosas
todavía si se refieren a episodios de nuestras manidas y
desdichadas peripecias hidrológicas.
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JACA.- El ex secretario técnico del Ministerio de Medio
Ambiente, Carlos Vázquez Cobos, que ayer declaró en la Audiencia
Provincial de Madrid como imputado por el “caso Yesa”, dijo que
en su informe emitido a favor de aprobar la declaración de
impacto ambiental (DIA) no tuvo en cuenta que se había convocado
un nuevo estudio de impacto ambiental (EIA), por las
irregularidades del anterior. Para Vázquez Cobos, su informe no
daba cobertura jurídica para que la DIA saliese adelante con la
firma de la entonces directora general de Calidad y Evaluación
Ambiental, Dolores Carrillo -también acusada-, sino que se
limitó a responder en qué momento procesal se encontraba el
expediente.
A este respecto, el EIA tenía sólo valor contractual, por lo que
no se molestó en conocer su contenido, pese a que se trataba de
un documento que tenía relación directa con la DIA sobre la que
él informó favorablemente. Cabe recordar que la convocatoria de
un nuevo EIA la realizó el entonces director general de Obras
Hidráulicas, Carlos Escartín, también imputado.
Ayer también declaró José Luis Uceda, ingeniero de la CHE junto
a Ángel Núñez (que declara hoy) acusado por la Fiscalía de
prevaricación y riesgo catastrófico por no incorporar en el
trámite de información pública del proyecto un informe del Área
de Tecnología y Control de Estructuras que advertía de los
riesgos sísmicos si se realizaba la obra. Según Uceda, esto no
era necesario.
Luis Solana, alcalde de Artieda -municipio que interpuso la
querella motivo del juicio-, manifestó tras la sesión de ayer
que "para como afectados nos parece alarmante ver que cosas
fundamentales se escapan de un control mínimo exigible, y esto
parece ser un procedimiento normal. Estamos comprobando, además,
esa falta permanente de transparencia que hay en la
administración cuando se le solicita información". Respecto a
Uceda, el alcalde artiedano dijo que "como afectados y como
ciudadanos tenemos motivos para preocuparnos, porque ha hablado
claramente como un regante más, con una visión trasnochada y
alicorta, justificando la obra de Yesa en base a una ley de 1932
que habla de 110.000 hectáreas, y sin tener en cuenta el actual
Plan Nacional de Regadíos". Su visión, añadió, no es personal,
sino "la del organismo que gestiona los ríos y el agua, y pone
en evidencia una falta total de adecuación a las nuevas
normativas". Por eso, un juicio como éste "puede ayudar a que
las cosas cambien". Por su parte, Río Aragón comentó al valorar
la sesión de ayer que las declaraciones de Vázquez Cobos y Uceda
"demuestran la actitud irregular, irresponsable y sesgada de la
administración en la tramitación del recrecimiento del embalse
de Yesa".
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