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Diario de Noticias, 28-XI-2004

La Coordinadora de Itoiz pide a Narbona que "ordene el desembalse del pantano"

Miles de personas marchan en Pamplona contra el llenado de la presa Grupos de Huesca, Zaragoza, Burgos y el Delta del Ebro se sumaron a la convocatoria

Ana Úrsula Soto

  • Los miembros de la Plataforma en Defensa del Ebro se unieron a la convocatoria de Itoiz

Pamplona. Miles de personas, 8.000 según los convocantes y 3.000 según la Delegación del Gobierno de Navarra, secundaron ayer el emplazamiento de la Coordinadora de Itoiz en contra del llenado del pantano, bajo el lema Itoiz Stop, por seguridad, en una manifestación silenciosa que recorrió varias calles de la capital navarra.

Sólo el sonido de los zampantzar que abrían la marcha y el repique de campanas o los fragmentos del Réquiem de Mozart que sonó a través de la megafonía rompieron el silencio de los manifestantes que, a petición de la coordinadora, no corearon ninguna consigna.

Tras los zampantzar, varios voluntarios sujetaban unas cruces con los nombres de los pueblos afectados por el pantano de Itoiz. Estos son Artozqui, Sangüesa, Lumbier, Aos, Artajo, Liédena, Oroz-Betelu, Rípodas, Murillo, Aoiz, Nagore, Ecay, Artieda, Itoiz y Villaveta.

Tras ellos, varios alcaldes del valle de Irati y de poblaciones afectadas por la construcción de embalses en el Ebro, como Biscarrués (Huesca), Santaliestra (Huesca), Jánovas (Huesca) y Castrovido (Burgos); así como el responsable de la campaña de aguas de Greenpeace, Julio Barea, y varios miembros de la Coordinadora de Itoiz sujetaban la pancarta con el lema que presidía la manifestación. Le seguían otros carteles de Greenpeace, Ecologistas en Acción, y Plataforma en Defensa del Ebro.

Mientras, entre los miles de manifestantes destacaban las cerca de 300 cruces negras repartidas por los responsables que recordaban los sucesos del valle de Vajont (Italia), donde un deslizamiento de ladera se precipitó sobre el embalse provocando gigantescas olas que arrasaron varias poblaciones y causaron la muerte de 2.600 personas. "Estas cruces denuncian aquellos sucesos, recuerdan a sus víctimas y reivindican que nadie tiene derecho a provocar en Itoiz nada que se le parezca, ni de lejos", señaló Patxi Gorraiz, miembro de la Coordinadora, al término de la marcha.

La manifestación partió de la Estación de Autobuses a las 18.15 horas y recorrió la avenida Baja Navarra, Plaza de Merindades, y las calles Carlos III, Cortes de Navarra y avenida San Ignacio, para concluir en la plaza del Castillo, donde fue recibida por la música del grupo de txalaparta Txalakun, de Ansoáin.

Una vez allí, dos miembros de la Coordinadora, Begoña Okiñena, en euskera, y Patxi Gorraiz, en castellano, leyeron un comunicado en el que denunciaron "las fallas en el subsuelo del embalse proyectado, los altos índices de permeabilidad de los terrenos y los graves problemas de diseño y estructurales" del pantano de Itoiz. Asimismo, instaron al poder político a tomar parte en la situación, ya que no hacerlo "es jugar, con inaceptable frivolidad y frialdad, con la vida, con la seguridad y el bienestar de la ciudadanía". También exhortaron a los dirigentes navarros ha "romper el silencio sepulcral" que mantienen y a pronunciarse sobre si "siguen demandando el llenado de Itoiz en estas condiciones".

Por último, manifestaron que "la naturaleza está avisando", en relación a los más de 200 seísmos que han afectado al Valle de Irati en los últimos meses, y que la Coordinadora va a seguir trabajando para que "no sea necesario que algún día estas cruces deban salir a la calle como homenaje a los vecinos del valle de Irati".

Por su parte, el portavoz de la Coordinadora, José Luis Beaumont, trasladó el llamamiento a la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, "responsable primera y última de lo que está pasando y de lo que puede pasar mañana". Beaumont pidió "sentido común, prudencia y responsabilidad" a la titular de Medio Ambiente, "para que ordene el inicio del desembalse, si es que se puede".

Valle del Ebro

La manifestación en contra del llenado del embalse de Itoiz contó con el apoyo de formaciones políticas como ANV, Aralar, Batasuna, Batzarre y Partido Carlista; de sindicatos como CGT, EHNE Nafarroa, ELA, ELB, ESK, LAB, STEE, EILAS; y de grupos de defensa del medio ambiente como Ecologistas en Acción, Ecovoz, Greenpeace y Lurra. Del mismo modo, participaron en la marcha representantes contrarios a los proyectos de pantanos en el Ebro, procedentes de Burgos, Huesca, Zaragoza y Tarragona, entre otras comunidades. Entre ellos destacaba la presencia de 60 personas de la Plataforma del Ebro que acudieron a la manifestación de Pamplona desde el sur de Tarragona. De uniforme azul, portaban un pancarta en catalán con el lema Embalses igual a trasvases.

"Los pantanos no dejan bajar los sedimentos y el Delta, cada año, se está hundiendo medio centímetro, por lo que dentro de un tiempo desaparecerá", señaló Paco Curdo, miembro de la plataforma, quien añadió que la rotura del pantano "repercutiría río abajo, ya que nuestra zona es la más baja y, por tanto, inundable", manifestó. Su opinión era compartida por Marisa Iguácel, vecina de Artieda (Zaragoza). "Estoy totalmente en contra de los embalses. Si la Administración aplicara la nueva cultura del agua, ya no habría nada más que hablar", comentó Iguácel.

La convocatoria también suscitó el apoyo de varias asociaciones a través de comunicados. EA, por ejemplo, reiteró a través de una nota su exigencia de que se paralice "de forma inmediata" el proceso de llenado del embalse. A su juicio, "la persistencia de los movimientos sísmicos en la zona y la falta de aclaración del encausamiento judicial en el Caso Yesa de dos ex dirigentes de la CHE" justifican la conveniencia de paralizarlo.

En cambio, para el responsable de la campaña de aguas de Greenpeace, Julio Barea, "los embalses y trasvases responden a un modelo caduco de gestión que reduce la disponibilidad de agua". La asociación ecologista aboga por que "el principio de precaución debería prevalecer a intereses económicos y especulativos". Por tanto, se suma a la manifestación para denunciar el peligro al que se está exponiendo a miles de personas.

Por su parte, Ekologistak Martxan añade que el Canal de Navarra "va a suponer el paradigma del desarrollo insostenible, por lo que el binomio Itoiz-Canal de Navarra debe ser paralizado cuanto antes".


Diario de Noticias, 27-XI-2004
El geólogo Casas cree demostrado que Itoiz produce los terremotos
  • Se basa en la coincidencia temporal y la situación de los hipocentros y epicentros
  • Considera "inadmisible" el riesgo a que se está sometiendo a los habitantes de las poblaciones situadas aguas abajo

M. BIDEGAIN

PAMPLONA. El geólogo Antonio Casas, autor de varios informes sobre Itoiz, considera que la concentración de los epicentros de los terremotos que vienen registrándose desde septiembre en una zona concreta y próxima al embalse, con los hipocentros situados en el mismo plano horizontal y a una profundidad igual a la de la falla situada bajo el pantano, así como el hecho de que comenzarán a producirse tras el inicio del llenado le llevan a la conclusión de que nos encontramos ante un fenómeno de sismicidad inducida.

Antonio Casas, doctor en Ciencias Geológicas y profesor de la Universidad de Zaragoza, ofreció la semana pasada una charla en Pamplona, invitado por la Coordinadora, en la que reiteró la peligrosidad que, a su juicio, conllevaría la puesta en funcionamiento del embalse de Itoiz. Casas dio a conocer las conclusiones preliminares de los estudios que realiza sobre los terremotos que se suceden en la zona y adelantó que están relacionados con el llenado de Itoiz.

El geólogo explicó que los datos que se tienen permiten comprobar que en la zona Surpirenaica y en Navarra "hay cierta sismicidad de fondo", y la prueba es que en 1982 se registraron más de cuarenta terremotos de baja intensidad, "pero desde septiembre hasta ahora, en algo más de dos meses, se han producido más de 200". Añadió que todos se encuentran localizados en una zona "muy concreta", como lo demuestra que sus epicentros se sitúan, casi en su totalidad, en torno a Lizoain y Nagore. Si se tiene en cuenta que el llenado del embalse de Itoiz se inició la pasada primavera y que con anterioridad la zona no destacaba por tener una actividad sísmica mayor que la de su entorno, la deducción evidente es, según Casas que "hay una coincidencia temporal entre el llenado del embalse y la generación de sismos".

El conferenciante apuntó las razones que han podido provocar el inicio de lo que denominó "crisis sísmica" a partir de que la presa de Itoiz comenzara a retener el agua de los ríos Urrobi e Irati. Por una parte están las condiciones geológicas del terreno, donde se ha observado que a unos 5 kilómetros de profundidad se encuentra la falla o cabalgamiento de Oroz Betelu con algunas fallas asociadas. Por otra, el embalsamiento habría provocado más que filtraciones -que en cualquier caso no podrían llegar hasta 5 km de profundidad- un aumento de la presión sobre el agua del subsuelo, que como cualquier fluido no puede comprimirse y, por tanto, tenderá a desplazarse hasta encontrar una cavidad o empujará hasta disponer del espacio que necesita, siguiendo los principios de la dinámica de fluidos. Además, la presencia de agua entre los bloques facilitaría su desplazamiento al reducir notablemente la resistencia al rozamiento.

El conferenciante apoyó sus argumentaciones en el hecho de que la mayoría de los seísmos registrados desde septiembre de 2004 tienen su hipocentro (el punto subterráneo donde tiene lugar el movimiento que produce el terremoto, su proyección vertical en la superficie es el epicentro) a una profundidad estimada de 5 kilómetros, y coinciden en un plano horizontal, lo que demostraría que se generan por movimientos geológicos en el cabalgamiento de Oroz Betelu inducidos por un aumento de presión debido al llenado del embalse. "En Navarra, históricamente ha habido una sismicidad difusa, pero a partir de septiembre se produce una concentración brutal, es una tormenta sísmica en la zona del pantano y a unos 5 kilómetros de profundidad, es decir, bastante superficiales. ¿Qué significa esto? A mi juicio, que la sismicidad se concentra en torno al cabalgamiento de Oroz Betelu y a sus fallas asociadas; hay una concentración importante en la zona por debajo del embalse y también algo más al norte de donde llegaba el agua".

SISMICIDAD INDUCIDA Antonio Casas dijo que existen casos comprobados de sismicidad inducida por el llenado de un pantano, y citó un experimento realizado en Estados Unidos en los años 60 del siglo pasado. Era necesario deshacerse de una gran cantidad de agua contaminada y decidieron inyectarla en el subsuelo, en una zona en la que no se había producido ningún terremoto. Poco después de comenzar la operación empezaron a registrarse seísmos, registrándose entre 30 y 42 al mes. "Dejaron de inyectar el fluido y la sismicidad no volvió a ser cero, pero pasó a ser mucho menor que antes de que empezara la crisis. Luego volvieron a inyectar entre septiembre de 1964 y septiembre de 1965, y volvieron a producirse terremotos, hasta casi 90 al mes". Este experimento demuestra "inequívocamente", a juicio de Antonio Casas, "el principio físico que explica que las fallas se desplazan cuando existen fluidos que reduzcan la presión normal sobre el plano de falla y, por tanto, el rozamiento, lo que favorece el movimiento de un plano sobre otro y da lugar al terremoto.

Pero el riesgo "real" es que estos movimientos pueden desestabilizar el deslizamiento de una masa de 20 hectómetros cúbicos (50 millones de toneladas de piedras y tierra) situado en la ladera izquierda sobre la que se apoya la presa de Itoiz. "Es la situación más desfavorable para una falla geotécnica, porque al meterle presión del agua se produce una aceleración sísmica que disminuye la fuerza con la que el bloque se pega al que tiene debajo, a su suelo, y lo empuja, por lo que es más fácil que caiga", manifestó Casas, quien dijo que el derrumbamiento de esa masa sobre un pantano de Itoiz lleno generaría una ola que superaría la presa, produciendo una riada de consecuencias catastróficas para los habitantes de las localidades situadas aguas abajo.

"Dada la conjunción de estos factores y ahora mismo, pudiendo evaluar los riesgos a los que se somete la población, es inadmisible, fuera ya de cualquier otra consideración, el riesgo a que se está sometiendo a todas las poblaciones situadas aguas abajo del embalse mediante su puesta en carga y el llenado", concluyó el profesor de la Universidad de Zaragoza.

 

Asociación Río Aragón-COAGRET