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Diario del Alto Aragón, 10 de septiembre de 2004
Sale a la luz un yacimiento de la Edad de Hierro en una zona que inunda Yesa
  • Las excavaciones, que se realizan cerca de Ruesta, también han descubierto restos de una villa romana

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Las excavaciones que se realizan desde hace un mes cerca de Ruesta, en una zona habitualmente inundada por el embalse de Yesa, están propiciando la salida a la luz de un yacimiento de 14 enterramientos tumulares de la Edad del Hierro de los siglos IV o V antes de Cristo, restos romanos de una villa o un poblado de época alto imperial. Los trabajos estaban planificados con anterioridad al recrecimiento del pantano.

Luisa PUEYO. JACA.- Un yacimiento de 14 enterramientos tumulares de la Edad del Hierro –siglos IV o V antes de Cristo- y restos romanos de una villa o un poblado de época alto imperial –siglos I o II después de Cristo- están saliendo a la luz con las excavaciones que se realizan desde hace un mes cerca de Ruesta, aunque en municipio de Urriés, en una zona habitualmente inundada por el embalse de Yesa. Los trabajos no tienen que ver con el recrecimiento de Yesa, sino que estaban planeados con anterioridad, según el Gobierno de Aragón.

Los hallazgos, de los que ya se tenía noticia desde 1984, como ha publicado el Museo Provincial de Zaragoza, tienen gran importancia, sobre todo la necrópolis de la Edad de Hierro, dada la escasez de restos de esta época en tierras de Aragón, y revelan la existencia de una riqueza patrimonial arqueológica largamente reivindicada por quienes se oponen al recrecimiento.

El bajo nivel de las aguas permite que se lleven a cabo unos trabajos que deberían haber comenzado hace más de dos décadas, pues ya en 1993 se realizaron sondeos arqueológicos que concretaron la existencia de estos restos, que se ubican en la zona llamada Salada 2 o Arroyo Vizcarra. La acción del agua ha incidido negativamente en ellos y también los furtivos, que han robado los elementos del ajuar de este tipo de enterramientos, que además son por incineración. Los arqueólogos de la empresa zaragozana Fidias Trade SA que trabajan en la zona no han encontrado botones, fíbulas de bronce, broches o el ornamento de un guerrero, que forman parte de los ajuares.

Rubén Peláez, el arqueólogo que dirige esta parte de la excavación, explica que se trata de “enterramientos tumulares de forma circular, compuestos por un anillo exterior de lajas y una cista en el centro con un hoyo”. Precisa que en este tipo de necrópolis también puede haber urnas, “pero nosotros hemos encontrado sólo hoyos. El que descubrió la necrópolis habló entonces de urnas, pero al año siguiente ya no estaban”. Alguna esquirla ósea y algo de cerámica forman parte de los hallazgos de una estructura “con posible pervivencia en la época celtibérica e incluso en la romana”.

La arqueóloga Blanca del Real, que dirige la zona de los restos romanos, indica que “está aún por definir si es una villa o un conjunto más complejo, como un poblado”. Los restos fueron hallados a la vez que la necrópolis, “pero no se sabía su extensión, que es lo que intentamos delimitar. Calculamos que será amplia”. Su importancia reside en “conocer el poblamiento que había en época romana”.

En las excavaciones, que se pretende prolongar hasta final de año, se está empleando maquinaria para extraer los limos depositados por la acción del agua. En la necrópolis ha habido que retirar entre 10 y 25 centímetros de estos limos estériles, pero en la villa romana, pese a estar menos inundada, se ha unido la erosión, por lo que la capa es más profunda, incluso de 1 metro de limos.

Unas 30 personas, de ellas 20 sobre el terreno, y el resto, en el laboratorio y el área informática, trabajan en estas excavaciones, cuyos resultados serán parte de una amplia documentación, con planimetría e imágenes en foto y vídeo.

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El Periódico de Aragón, 10 de septiembre de 2004
Yesa vuelve a la Edad de Hierro
  • Unas excavaciones sacan a la luz enterramientos tumulares y una villa romana en Urrués
AINHOA CAMINO YESA/ JACA 10/09/2004

La empresa Fidias Trades, de Zaragoza, lleva un mes realizando una serie de excavaciones arqueológicas a los pies del pantano de Yesa, en la localidad de Urriés (Cinco Villas) [antes perteneciente al T.M. de Ruesta], para sacar a la luz una serie de enterramientos tumulares de la Edad del Hierro y una villa romana, que normalmente están bajo las aguas del embalse.

"Se trata de actuaciones incluidas en los planes de Yesa y no están asociadas al recrecimiento", aseguraron fuentes del Gobierno de Aragón, impulsor de las excavaciones. Los trabajos, en principio, se extenderán hasta finales de año y su objetivo, según estas misma fuentes, es "conocer qué importancia y valor tienen, para decidir qué hacer con ellos".

Las dos áreas en las que se está actuando --que ponen de manifiesto la riqueza patrimonial e histórica que se encuentra anegada ya por las aguas de Yesa-- son conocidas desde 1984, bajo el nombre de La Salada I y II. Los primeros sondeos se hicieron en 1993, con resultados positivos en el caso de La Salada II o necrópolis Arroyo Vizcarra. El arqueólogo encargado de este área, Rubén Peláez, explica que "se trata de una serie de enterramientos tumulares de forma circular y de incineración, que datan de la Edad del Hierro, sobre el siglo VI o V a.C., aunque creemos que también tuvo alguna pervivencia en la época celtibérica y hasta en la romana".

De momento, se han localizado 14 estructuras, todas ellas compuestas por círculos de lajas y la cista (donde se deposita el enterramiento) en medio. Sin embargo, los resultados no están siendo los esperados, ya que la mayoría de los enterramientos, tanto por la erosión del agua del pantano que normalmente cubre esta zona como por saqueo humano, no conservan ni las urnas donde se depositan las cenizas ni los ajuares que este tipo de enterramientos suelen tener. "Hemos encontrado algún resto de cerámica y alguna esquirla ósea, pero ni botones, ni fíbulas (imperdibles) de bronce, ni armamento de guerreros". A pesar de ello, "se trata de una necrópolis de bastante importante, ya que en Aragón no son frecuentes enterramientos de estas épocas", comentó Peláez.

En las proximidades de los enterramientos se encuentran los restos de lo que parece una villa romana, originaria de la época Alto Imperial (siglos I y II d. C.) La encargada de estas excavaciones, Blanca del Real, apunta que "lo que intentamos es conocer la extensión que tienen los vestigios, ya que creemos que podría ser un conjunto más complejo que una villa".

Los trabajos están centrándose en sacar a la luz muros y habitaciones. El objetivo es fijar la extensión del poblado y conocer el tipo de población que antiguamente vivía en las inmediaciones del actual pantano.

Tanto Peláez como Del Real señalan que las fechas y la importancia concretas "lo determinarán los análisis y pruebas que se realizan en Zaragoza y será el Gobierno de Aragón, después de estudiar los informes, quien determine qué hacer con ellos". Posibilidades que pasan por el traslado al Museo de Zaragoza o por volver a cubrirlos, ya que a partir de diciembre, las aguas de Yesa volverán a cubrir éstos y otros restos que se encuentran en las inmediaciones del embalse.

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Diario del Alto Aragón, 10 de septiembre de 2004
El estiaje permite catalogar en Yesa una necrópolis de la Edad de Hierro
  • Una empresa de arqueología de Zaragoza está excavando este verano, por primera vez, dos yacimientos que durante buena parte del año reposan bajo las aguas del embalse
S. C. Urriés | El estiaje está permitiendo sacar a la luz y estudiar este verano dos de los yacimientos arqueológicos que inunda el actual embalse de Yesa: la necrópolis de Arroyo Vizcarra de la Edad de Hierro y un asentamiento romano, ambos ubicados en el término de Urriés [antes T.M. Ruesta], en la Comarca de Las Cinco Villas.

Es la primera ocasión en que estos restos, de los que se tenía constancia desde la década de los ochenta y que fueron objeto de un sondeo en 1993, se van a estudiar y catalogar para conocer y valorar su importancia. Las labores que una empresa zaragozana lleva a cabo desde hace un mes, según han señalado fuentes del departamento de Cultura del Gobierno aragonés, forman parte de las medidas correctoras del proyecto de recrecimiento de Yesa, aunque este patrimonio reposa normalmente bajo el pantano.

Las tareas prácticamente acaban de empezar -primero ha tenido que retirar los limos estériles de hasta un metro de altura que cubrían las ruinas- pero los primeros resultados ya son visibles. 14 estructuras tumulares

En la necrópolis de Arroyo Vizcarra, también conocida como Salada II y que se data en los siglos VI y V antes de Cristo, se han descubierto 14 estructuras tumulares, enterramientos de incineración de forma circular compuestos por un anillo exterior de lajas colocadas algunas de ellas de forma vertical, mientras en el centro se encuentra la cista, que constituye el referente y localizador del punto exacto de la sepultura dentro del monumento fúnebre.

Aunque se tenía noticia de que podía haber alguna urna, sólo han aparecido fosas excavadas tierra. Fruto del expolio y la erosión y el arrastre provocados por el agua, la mayor parte del material y los ajuares propios de estos cementerios han desaparecido. Hasta ahora sólo se ha encontrado algún fragmento de cerámica.

"Suelen aparecer botones, algunas fíbulas de bronce y broches de cinturón, además del armamento del herrero, pero aquí no ha aparecido nada", explica sobre el terreno el arqueólogo Rubén Peláez. Necrópolis de la Edad del Hierro existen pocas en Aragón y ésta "pudo haber tenido una pervivencia en época celtibérica o hasta romana", especifica.

En unos terrenos algo más alejados del nivel del agua, se ven ya muros de una posible villa romana (Salada I), cuya extensión aún no se ha delimitado, y que podrían finalmente corresponder a un conjunto más complejo, como un vicus (poblado) de los siglos I y II después de Cristo. "Es un poblamiento de época romana Alto Imperial, estamos excavando varias habitaciones pero todavía desconocemos las dimensiones que llegará a tener", comenta la arqueóloga Blanca del Real, que también trabaja en la zona.

Un equipo de veinte personas participa en las labores, que se prolongarán hasta finales de año mientras el tiempo y la altura del agua lo permitan. Las tareas más delicadas tienen el apoyo de la maquinaria necesaria para mover los depósitos de tierra.

Los vestigios que surgen y las piezas se estudian en el laboratorio, se documentan, catalogan, fotografían y filman. En este mismo entorno ya se ha excavado en una campaña anterior una pequeña necrópolis medieval de lajas (Salada III) asociada a un núcleo de población. Acerca de los resultados, fuentes del departamento de Cultura de la DGA apuntaron a este periódico que se inventariaron 113 tumbas, una de ellas doble, que estaban vacías.

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