Reportaje
Diario del Altoaragón, 27 de junio de 2004

Aire libre

La Carrera Reivindicativa de la Asociación Río Aragón, una nueva llamada de atención

Protesta deportiva contra la inundación del Camino

Fotos de la carrera
 

Luisa PUEYO

JACA.- Los 50 atletas que el pasado domingo protagonizaron la Carrera Reivindicativa por el Camino de Santiago, organizada por la Asociación Río Aragón con motivo del Año Jacobeo, ayudaron a este colectivo con una nueva protesta pacífica de alerta contra la amenaza de inundación de varios kilómetros de esta ruta de peregrinación que supondría el recrecimiento del embalse de Yesa a cualquier cota, una obra básica del Plan Hidrológico Nacional y el Pacto del Agua respecto a la que existe una fuerte contestación social. Los atletas, que corrieron por relevos, cada cual de acuerdo a su condición física y varios de ellos más etapas de las que se habían propuesto en un principio, completaron en 8 horas y 11 minutos los 82 kilómetros que separan el puerto de Somport de la ermita de San Juan Bautista de Maltray, en Ruesta, a donde llegaron portando pancartas y pegatinas con el lema “Yesa no”.

Los deportistas, el más mayor de 60 años de edad y los más jóvenes, de 14, pertenecían a las entidades jaquesas Club Atletismo Jaca y Club Oroel El Cisne, así como a la Asociación Río Aragón, aunque también hubo representación de la Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos y Ebro Vivo-COAGRET. La firma Distribuciones Diego de Jaca contribuyó con el agua del avituallamiento y Panadería A Piquera, de Puente la Reina, con empanadico para quienes querían reponer fuerzas con algo sólido.

La climatología, con un día nublado que frenó el calor, también ayudó, sobre todo a quienes hicieron el recorrido entre Puente la Reina y el final, mucho más difícil de realizar bajo el sol inmisericorde de los meses estivales.

La carrera la iniciaron en Somport a las 6 y 10 de la mañana –casi de noche y con llovizna- nueve corredores, de los que uno fue relevado en Canfranc Estación y otro, en Villanúa. El grupo invirtió en los casi 32 kilómetros de itinerario tres horas, y eso sin forzar la marcha y a pesar de que algunos tramos, con piedras en lugar de sendero, son duros de pisar con la fuerza que se hace al correr. En Jaca les esperaba su relevo, catorce corredores, y el público dispuesto a animar. El testigo, una rama de boj, pasó a manos de una deportista del nuevo grupo, y éste emprendió la carrera en dirección a La Botiguera. Dos de los atletas pararon en esta etapa y el resto siguió hasta Esculabolsas, donde se incorporaron otros dos. En la siguiente etapa, Santa Cilia, se pasó el testigo a cuatro nuevos deportistas, que llegaron hasta Puente la Reina. Allí les esperaban otros cuatro, los esforzados que hicieron el recorrido más duro –de casi 30 kilómetros-, el que llegaba hasta el final por la margen izquierda del río Aragón, aunque en la Venta de Artieda se sumaron otros quince que completaron con ellos los casi 8 kilómetros que separaban este punto de la meta. Los cuatro atletas que venían de Puente la Reina invirtieron 2 horas y 50 minutos en llegar a la ermita, donde hubo recibimiento de público y vermú para celebrar el éxito de la prueba.

La carrera finalizó a las 2 y 21 minutos de la tarde, 40 minutos más tarde de lo que había programado el coordinador de la actividad, Daniel Goñi, quien explicó que “se ha hecho una protesta más, ésta de carácter deportivo, porque se sigue hablando de recrecer Yesa, ahora a la cota intermedia, sin considerar que sigue habiendo gravísimas afecciones, como la referida al patrimonio, y que existen otras alternativas”.

El objetivo planteado con esta carrera por Río Aragón era “realzar el valor que tiene en la Comarca de la Jacetania el Camino de Santiago como eje cultural vertebrador de su territorio y soporte de actividades turísticas de calidad”, y alertar sobre la amenaza de inundación que se cierne sobre este itinerario pese a haber sido calificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ya que “sería afectado por el recrecimiento de Yesa, sea cual fuese la cota”.

Si con la cota máxima se inundarían 22 kilómetros de esta ruta, 15 en el ramal Norte y 7 en el Sur, con todos sus hitos (el casco urbano de Sigüés, con la iglesia de San Esteban -siglo XII-, el antiguo Hospital de Peregrinos de Santa Ana y numerosas casonas, las ermitas románicas de San Jacobo y San Juan Bautista de Ruesta, y la de San pedro en Artieda, así como varias necrópolis romanas y otros restos arqueológicos de gran valor), con la cota intermedia sigue habiendo graves afecciones. Tal y como se señala en los informes con alternativas a esta obra realizados por la Fundación Nueva Cultura del Agua por encargo de la Asociación Río Aragón y presentados el pasado miércoles en rueda de prensa y en la Comisión del Agua, con el embalse a esta cota se inundarían entre 12 y 15 kilómetros de Camino en el ramal Norte. Además, el embalse entraría en las primeras calles de Sigüés, “justo por las que pasa el camino hacia el puente del Esca, que puede tener origen medieval y donde está el Hospital de Peregrinos de los Pomar, edificio construido en el siglo XIV o en el XV”. En el ramal Sur se inundarían 5 kilómetros de Ruta Jacobea y el embalse se acercaría a la ermita de San Pedro de Artieda y su entorno arqueológico.

Río Aragón insiste en que no se trata de debatir sobre una única alternativa para hacer efectivas las demandas de los regantes de Bardenas, la cota intermedia, cuando existen otras “mejores, más rápidas, más inteligentes y con menos afecciones”, de forma que “la solución de los problemas de Bardenas no pasa por dañar a otros”. Además, “una vez descartado el trasvase, ya no tiene sentido realizar esta obra, que no va a servir para lo que se concibió”. “En todo caso –añade-, su realización a cualquier cota mantendrá viva la posibilidad de un futuro trasvase, ya anunciado por el PP si llega al gobierno. Por ello, con esta carrera, además de reivindicar la no inundación del Camino y celebrar el descarte del trasvase, pedimos que se reconsidere recrecer Yesa a cualquier cota, pues existen alternativas más inteligentes para Aragón”.

El fantasma de Tiermas, Ruesta y Esco, los tres pueblos deshabitados a causa del actual embalse planea sobre la zona desde que sus moradores, 1.500 habitantes, se vieron forzados a marcharse a principios de los 60, sin opción de oponerse al mandato de una dictadura. Esta pérdida social, junto a la de un valioso patrimonio, como las aguas termales del balneario situado al pie del primero de ellos y en la actualidad inundado, y de un territorio fértil, se considera una factura desproporcionada ya pagada con creces, y ahora se pretende que no aumente, algo que no tiene sentido porque el colonialismo, el que un territorio crezca y se desarrolle a costa de otro, tiene todavía menos sentido en el Aragón del siglo XXI que el poco que tuvo en el pasado siglo XX, concluyen desde Río Aragón.
 

Fotos de la carrera
 

Asociación Río Aragón-COAGRET