Noticias de la Marcha

Heraldo de Aragón, 11-VIII-2001
El Delta arropa la marcha contra el trasvase
La caravana contra el Plan Hidrológico Nacional (PHN) inició ayer en Deltebre y Sant Jaume d'Enveja el camino hacia Bruselas. Tanto en el inicio como al final de la primera etapa en Amposta cientos de personas arroparon a los participantes.
Fotógrafo: EFE
Unos niños portan el símbolo antitrasvase en el inicio de la «marcha azul», en Deltebre
HERALDO DE ARAGÓN. Diego Guillén. Deltebre (Tarragona)
Deltebre acogió ayer con los brazos abiertos a más de un millar de personas que se unieron a las que poco después empezaron la «marcha azul» hacia Bruselas contra el Plan Hidrológico Nacional (PHN). José y Carmen rondan la cincuentena y se han traído a su sobrino quinceañero, Adrián. A él le hace mucha ilusión participar, aunque sabe que no podrá llegar a Bruselas. Su caminata acabará en Caspe, pero seguirán al pie del cañón.

La mañana despertó encapotada, en más de una ocasión parecía que la deseada agua iba a deslucir los primeros festejos en tierras catalanas. Pero no fue así, el sol despertó e hizo sudar de mala manera a los congregados entre Deltebre y Sant Jaume d'Enveja.

Alrededor de la una de la tarde, comenzaron los actos de bienvenida con discursos de algunas de las colectividades y asociaciones que participan en la caravana en defensa del Ebro y en contra del PHN. A pesar del calor, nadie se perdió detalle de las largas disertaciones. Gritos de «¡Viva Cataluña!», «¡Viva Aragón!» y «¡Viva nuestra gente!» fueron los que más se oyeron entre las banderas aragonesa, catalana y de CHA.

Para sobrevivir
Nos reunimos hoy donde el Ebro abraza al mar», empezaba el primer discurso de los organizadores de la marcha en Cataluña. «Las tierras del Delta estamos luchando por nuestra supervivencia y queremos que escuchen nuestras voces». «No se puede aplicar un plan que agrava los problemas que ya sufre el Delta: su regresión y salinización». Actualmente, sólo unos diez centímetros son de agua dulce.

«¿Por qué estamos aquí?», se preguntaba Lluïs Novano, representante de la Plataforma en Defensa del Ebro en Sant Jaume d'Enveja. Y el mismo contestaba entre los aplausos de los asistentes: «Porque queremos al Ebro, porque queremos dejar a nuestros nietos lo mismo que nos dejaron nuestros abuelos y porque las personas que deberían estar, no están». Por otro lado, afirmó rotundamente que la última etapa de la lucha, la de Bruselas, la iban a ganar ellos. Otros organizadores no están tan convencidos y ven esta marcha como un principio de una lucha por los espacios naturales.

El portavoz de la Asociación «Río Aragón», Guillermo Lacasta, señaló que «ni una gota más va a inundar pueblos y valles, ni una gota más se trasvasará». La portavoz de la Plataforma en Defensa del Ebro en Zaragoza, Cristina Monge, agradeció a los organizadores catalanes los actos y manifestó la «unidad y coherencia» de la «marcha azul».

El representante de las comarcas catalanas de las Tierras del Ebro aclaró que no iban a Bruselas a protestar, sino a «informar y sensibilizar a Europa de la operación fraudulenta que se está llevando a cabo en España».

El himno de Cataluña, «Els segadors», que interpretó el conjunto musical de la localidad, puso fin a unos discursos en los que catalán y castellano se intercambiaban sin problema. Los argumentos en contra de los políticos del PP y CiU se repitieron sin cesar. «Lloramos de rabia por unos políticos que nos han traicionado» y «no pueden vender una parte de su país para enriquecer a unos pocos», afirmaron los portavoces.

Abrazando al río
En la orilla del río, Deltebre preparó paella, mejillones que se recogieron esa misma mañana, butifarra y todo lo necesario para contentar a muchos comensales dispuestos a iniciar la marcha. Sin embargo, no la empezaron todos los que la organización hubiera deseado. Olga Durán, una de las encargadas de las etapas catalanas, comentó que esperan un mayor número de participantes los días festivos y que es lógico que no todos se apunten a todas las etapas, ya que pocos son los que disponen de tantas vacaciones.

Una bonita fiesta que, tras el abrazo simbólico entre Deltebre y Sant Jaume (sobre transbordador), abrió la «marcha azul» rumbo a Amposta, los primeros 19 kilómetros. Un día de alegría y de fiesta, pero con un fuerte carácter reivindicativo. «No estamos solos, en los próximos días pasaremos nuestro testigo a aragoneses, franceses, alemanes y belgas». Más de un centenar se ha unido por un objetivo común: conseguir dar marcha a atrás a un PHN que, según la Plataforma, perjudica seriamente a las tierras bañadas por el Ebro, que da la vida y el sustento a muchos de los que ahora caminan. La etapa de hoy trascurrirá entre Amposta y Tortosa.

MarchaBruselas.com