Noticias de la Marcha |
Bruselas significó más desencuentros que unión |
Mª. Victoria Trigo Bello La
manifestación del pasado día nueve en Bruselas y lo sucedido en la
plaza del Pilar en Zaragoza a donde a última hora decidieron no
acudir el Presidente y el Vicepresidente del Gobierno Autónomo puso
en evidencia para los observadores de dentro y de fuera de Aragón,
que pese a que desde diversas fuentes se insista en recalcar los
puntos en común en la lucha contra el Plan Hidrológico Nacional, el
Pacto del Agua imposibilita la unión entre los aragoneses. Y es que
para los de la montaña, cuando ya están inauguradas las obras del
recrecimiento de Yesa y el Ministro Matas ya se frota las manos para
empuñar la pala con que iniciar las de Santaliestra, hablar de
resolver diferencias “después” es condenar al nunca jamás al
Pirineo. Con todo respeto por su labor y por lo que representan dentro
de la variedad de problemáticas de Aragón, querría yo preguntar a
los regantes si aceptarían un “después” si cada día que pasa
les robaran un caballón de tierra. ¿Cómo admitir de buen talante
ese “después” de boca de quienes están edificando un futuro
sobre la desaparición del prójimo? ¿Cuánto tiempo más hemos de
seguir siendo tontos unos y otros? ¿Cuándo seremos capaces de
prescindir de estos políticos de poltrona y, ya que Marcelino
Iglesias no apoya el diálogo social, sentarnos a hablar montañeses y
regantes? Pero a hablar de regadío viable, de desarrollo igualitario,
no de trapicheo de aguas, no del muérete tú para crecer yo con que
algunos alimentan sus urnas. La
postura mutante del Gobierno Autónomo el nueve de Septiembre y la
participación “interrupta” de sus representantes en la
manifestación de Bruselas, que se retiraron antes del final del acto,
resulta inexplicable cuando los contenidos de la Marcha Azul y los
planteamientos de la Plataforma en Defensa del Ebro han permanecido
inalterables desde que se iniciara esta trayectoria el pasado mes de
Agosto en tierras del delta. No cabía esperar ningún cambio en los
objetivos que la alentaban ni en la intención de sus organizadores y
seguidores. De ahí que ese apoyo-condena intermitente carezca de toda
lógica y haya sido un bochornoso espectáculo que habrá alegrado al
trasvasista equipo de José María Aznar, sin duda preocupado ante el
creciente respaldo que la Marcha Azul ha recibido de colectivos
ecologistas y de diversos grupos políticos. A
diferencia de los ciudadanos de las Terres de l’Ebre, en Aragón no
hay una conciencia unificadora de territorio. En el delta, toda
diferencia de opinión o de credo queda superada por el NO al trasvase
y al Pacto del Agua, e incluso Monseñor Javier Salinas ha recibido
alguna amonestación eclesial por sus homilías condenando el Plan
Hidrológico. Los comerciantes allí cierran sus establecimientos para
expresar su rechazo a algo innegociable, hay dimisiones de cargos políticos,
hay un día a día de intercambiar tensión y esperanza, y en el
colegio, en el mercado, en el bar se habla, se vive y se muere por lo
que para esa población representa el Plan Hidrológico y la imperiosa
necesidad de su retirada. Esconder
la cabeza bajo un ala de muralla como Sigüés, por ejemplo, sería
impensable en el delta. Y en línea con las actuaciones que restan
fuerza en la batalla contra el PHN, en mi Zaragoza natal donde resido,
precisamente para el día 9 de Septiembre, la asociación de
comerciantes del populoso barrio del Actur había convocado una
excursión a precio de chollo a Port Aventura: ¡eso sí que es marcar
gol en la propia portería, como si esos pequeños empresarios
esperaran del PHN algo más positivo que lo que aguarden de esas
grandes superficies multi-turno que les enseñan unos dientes cada vez
más afiladamente dominicales...!. Mª. Victoria Trigo Bello v.trigo@able.es |