RESUMEN
Solicitamos
que el proyecto de recrecimiento del embalse de Yesa sea sometido
a un nuevo trámite de Evaluación Ambiental, con la elaboración de
un nuevo estudio de impacto ambiental que resuelva las carencias
de los estudios de 1993 y 2005, y la consiguiente nueva
Declaración de Impacto Ambiental, debido a que
el estudio de
impacto ambiental que se nos presenta a consulta (enero de 2007),
adolece de graves carencias:
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No se
realiza una evaluación de los riesgos geológicos y sísmicos, ni
se hace un estudio de estabilidad de las laderas. A la vista del
deslizamiento producido en julio de 2006, adquiere si cabe más
importancia un nuevo estudio riguroso y en profundidad de la
estabilidad de las laderas y de los riesgos geológicos y
sísmicos.
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Se manipula
el análisis multicriterio para inducir la elección de una
alternativa, dando mayor importancia a los elementos situados
por encima de la cota 510 m y minusvalorando los que se
encuentran por debajo de este nivel.
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En el
análisis multicriterio se rebaja la valoración del Camino de
Santiago, afectado en 22 Km, pues no se tienen en cuenta las
figuras de protección que lo amparan, como las declaraciones de
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, de Primer Itinerario
Europeo de Interés Cultural por el Consejo de Europa (1987), y
de Bien de Interés Cultural, (Ley de Patrimonio Histórico
Español, 16/85; Ley Aragonesa de Patrimonio de 1999).
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No se tiene
en cuenta la Directiva Hábitats (Directiva
92/43/CEE), ni la designación de los Lugares de
Importancia Comunitaria de la zona mediterránea realizada en
septiembre de 2006.
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No se tienen
en cuenta la implantación de la Directiva Marco de Aguas
(DIRECTIVA 2000/60).
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No se tiene
en cuenta la adecuación del proyecto a la planificación
contemplada en el Plan Nacional de Regadíos (Real
Decreto 329/2002).
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No se
realiza una evaluación conjunta de los impactos del embalse y de
la zona regable, acorde con la Directiva y la Ley de Evaluación
Ambiental (Directiva
97/11/CE; LEY 6/2001).
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No se tienen en cuenta otras alternativas, como la regulación en
tránsito, propuesta en 2004 por la Fundación Nueva Cultura del
Agua, que sí se ha tenido en cuenta en casos como el del embalse
de Santaliestra.
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No se
evalúan los impactos sociales, emocionales, identitarios y
culturales, ni se tienen en cuenta los estudios realizados sobre
el Camino de Santiago por la Universidad de Zaragoza,
ICOMOS-UNESCO, la Asociación de Acción Pública para la Defensa
del Patrimonio Aragonés (APUDEPA) o la Asociación Cultural
Sancho Ramírez.
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No se
realizan correctamente los estudios de flora, fauna, vegetación,
limnología, etc., pues son incompletos, están llenos de errores
y están carentes de cualquier rigor científico. Estos estudios
son básicos para una adecuada evaluación y toma de decisiones.
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La
metodología Q30 usada para estudiar los caudales ecológicos no
está aceptada por la comunidad científica ni ha sido publicado
ningún trabajo en revistas de ámbito internacional con este
método.
Por todo ello
el proyecto de recrecimiento del embalse de Yesa debe ser sometido
a un nuevo trámite de Evaluación Ambiental, con la elaboración de
un nuevo estudio de impacto ambiental que resuelva las carencias
de los estudios de 1993 y 2005, y la consiguiente nueva
Declaración de Impacto Ambiental.
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