Distinguidos
señores y señoras parlamentarios
Ante
el reciente documento difundido por el grupo popular
bajo el título "Memorandum sobre el Plan Hidrológico
Nacional español", desde el ámbito de la
comunidad científica española hemos creído necesario
responder al citado documento mediante esta carta.
Ante
todo es preciso aclarar que el actual Plan Hidrológico
Nacional español (PHN) no responde a los criterios de
gestión y objetivos definidos por la Directiva Marco de
Aguas recientemente aprobada en la UE, sino que es la
pieza culminante de un proceso iniciado a mediados de
los años ochenta, en base a criterios muy diferentes.
Criterios que responden a la tradicional política hidráulica
española de promoción de grandes obras públicas, sin
o con recuperación muy parcial de costes, lejos de
criterios de racionalidad económica y en la que los
valores ambientales quedan relegados a retórica formal.
Ante
la aprobación de la nueva Directiva Marco, el Gobierno
español optó por acelerar el citado proceso de
elaboración, mediante una apresurada política de
hechos consumados que pretende imponer una oleada sin
precedentes de grandes embalses y trasvases. Estamos,
una vez más, ante la vieja estrategia "de
oferta" bajo expectativas de una masiva subvención
europea, aprovechando el periodo de transposición de la
citada Directiva. A nuestro entender, ésta es una
actitud perjudicial para nuestro país y desleal para
con el resto de Europa, que el Parlamento no debe
permitir. Pero sobre todo, de llevarse adelante, supondría
un precedente de suma gravedad, pues se hipotecarían
los objetivos mismos que la Directiva se propone
conseguir, empleando fondos europeos que deberían tener
otros destinos más razonables económica, social y
ambientalmente en nuestro país.
En
este apresurado proceso, la comunidad científica ha
sido marginada e ignorada, en contra de lo que afirma el
memorando del PP. Es de notar al respecto, por un lado
el voto particular crítico al PHN emitido unánimemente
por los cinco científicos nombrados por el propio
Gobierno en el Consejo Nacional del Agua, y por otro la
vergonzosa negativa a publicar, e incluso poner a
disposición del Parlamento y del citado Consejo
Nacional del Agua, de los 80 dictámenes técnicos
encargados por el propio Gobierno en ámbitos
universitarios y que resultaron ser, en su mayoría,
claramente críticos respecto al PHN.
Ante
los argumentos presentados por el PP queremos
puntualizar los siguientes extremos:
1-
El PHN se basa en conceptos y enfoques anticuados
Argumentos
como el "desequilibrio hidrológico" entre la
"España seca" y la "húmeda" o
entre "cuencas excedentarias" y
"deficitarias", consideraciones como la de que
"las aguas se pierden en el mar..." o
conceptos como el de "déficit
estructural",..., que reflejan la forma tradicional
de pensar en materia de aguas durante gran parte del
siglo XX, constituyen la base del diagnóstico
desarrollado por el PHN. Sin embargo, desde hace décadas
estos criterios se consideran anticuados en EE UU. En
Europa, la recién aprobada Directiva Marco certifica la
necesidad de modificar en profundidad estos enfoques.
Hoy es necesario cambiar el tradicional objetivo de
"dominar la naturaleza" por el de conocerla
mejor para saber acoplar nuestro desarrollo a sus leyes,
equilibrios y limitaciones, en lo que se conoce como
Desarrollo Sostenible.
2-
Da prioridad a viejas estrategias "de oferta"
desde la subvención de grandes obras
Desde
esos viejos conceptos, si bien es cierto que se recogen
también medidas no estructurales de ahorro y
modernización, no se establece la prioridad pertinente
sobre las estrategias de gestión, sino sobre las
"de oferta" bajo expectativas de masiva
subvención pública en base a fondos europeos. Resulta
evidente que la columna vertebral del Plan son los 120
nuevos grandes embalses y los grandes trasvases del
Ebro, en un país que, no debe olvidarse, es líder
mundial en grandes presas por habitante y por kilómetro
cuadrado. De hecho la disponibilidad de aguas bajo
control humano, incluso en las zonas más secas de España,
superan con mucho las del resto de Europa. España en
promedio dispone de 2500 litros por habitante y día;
Almería, la provincia española con menos pluviometría,
dispone de 3000 litros por habitante y día (la mitad
procedente de la sobreexplotación de acuíferos y el
90% dedicado a la agricultura intensiva); la U.E. en
media global usa 1800 litros por habitante y día;
mientras Israel, con un nivel de desarrollo urbano,
industrial y agrícola similar al español, cubre sus
necesidades con unos 1200 litros por habitante y día.
Obviamente el problema no es de escasez absoluta, sino
de gestión, distribución desequilibrada entre sectores
de uso y ordenación territorial.
3-
No se analizan las causas de los problemas de escasez
El
PHN elude analizar las causas que llevan a la
sobreexplotación de los recursos en determinadas zonas,
especialmente de la costa Mediterránea. Por ejemplo,
elude reconocer que en zonas como Almería o Murcia
impera una situación de desgobierno en la que la
Administración viene permitiendo, e incluso apoyando,
que se perforen miles de nuevos pozos ilegales en acuíferos
sobre explotados y se extiendan nuevos regadíos sin los
pertinentes permisos, al tiempo que se desarrollan sin límite
nuevas urbanizaciones turísticas, campos de golf y
centros recreativos bajo el imperio de intereses
especulativos. Por ejemplo, hoy en Almería se reconoce
que de las 25.000 hectáreas de agricultura intensiva
bajo plástico existentes, entre un 50% y un 75% son
irregulares,. En suma, gran parte de lo que se presenta
eufemísticamente como "déficit estructural"
es fruto de ese desgobierno estructural y de la ausencia
de planes de ordenación territorial y urbanística
coherentes con perspectivas de desarrollo sostenible. En
el caso del Júcar, la utilización incorrecta de los
modelos de análisis induce previsiones incorrectas de
escasez ("déficit"), al ignorarse las
verdaderas posibilidades que ofrecen, tanto la gestión
conjunta de aguas superficiales y subterráneas como las
estrategias de ahorro viables; de hecho estas
previsiones entran en contradicción con los diagnósticos
recientes tanto del Plan Hidrológico del Júcar como
del Libro Blanco (en donde la cuenca del Júcar se
caracteriza globalmente como "excedentaria").
4-
Se realimenta la espiral de demandas fomentando un
desarrollo insostenible
La
simple promesa de realizar los grandes trasvases
previstos en el PHN está propiciando un fuerte ritmo de
nuevas transformaciones en regadío fuera de todo
control. La masiva roturación ilegal de zonas
forestales, en ocasiones protegidas como espacios
naturales, se ha visto reforzada por el apoyo de los
Gobiernos Regionales de Valencia y Murcia que han
descatalogado zonas protegidas, especialmente en el
litoral, para permitir la urbanización de los escasos
tramos de costa virgen que quedan, de gran valor ecológico.
Es
de notar el antecedente histórico que supuso el
trasvase Tajo-Segura (1981), de envergadura similar al
propuesto actualmente: dimensionado para 1000 hm3/año,
con análogo fin al actual, resolver el
"desequilibrio hidrológico", proyectaba crear
50.000 nuevas hectáreas de regadío como máximo; tan
apenas diez años más tarde, y auque sólo se habían
conseguido transferir en media unos 300 hm3/año, el
Gobierno había legalizado 87.000 nuevas hectáreas, es
decir un 74% más de lo proyectado. Esos nuevos regadíos
legalizados, junto a los que se mantienen como ilegales,
han llevado de hecho a un aumento del mal llamado
"déficit estructural" y a una mayor
sobreexplotación de los acuíferos.
5-
El PHN alimenta desequilibrios territoriales y un modelo
de desarrollo insostenible en el litoral mediterráneo
La
política de trasvases, en contra de lo que plantea el
memorandum del PP, agudiza los desequilibrios
territoriales. Alimenta por un lado la espiral de
desarrollo insostenible de la costa mediterránea,
basado en los nuevos regadíos intensivos (que siguen
creándose más allá de palabras y compromisos
formales) y de la especulación urbano-turística (que
pone en peligro, por congestión y degradación paisajística,
la propia industria turística, clave para estas
regiones). Por otro lado se afectan gravemente los
intereses de zonas del interior como Aragón, y muy
particularmente de las zonas de montaña, con menor
desarrollo económico, donde el PHN prevé inundar
pueblos y valles habitados, así como del Delta del
Ebro, donde el nivel de renta es muy inferior a los de
Barcelona, Costa Valenciana, Alicante, Murcia y Almería,
que son los territorios receptores del trasvase. Tomar
las referencias macroeconómicas medias de las regiones
a las que pertenecen esas zonas encubre la realidad del
elevado desarrollo socioeconómico del litoral mediterráneo.
6-
El balance económico Coste-Beneficio de los trasvases
del Ebro resulta negativo, contradiciendo los criterios
de racionalidad económica exigidos por la Directiva
Marco
La
memoria económica justificativa de los trasvases del
Ebro adolece de graves errores que implican
tergiversaciones metodológicas y conceptuales
injustificables que quedan fuera del amplio margen del
debate científico-técnico, ya que quiebran el rigor
del análisis económico coste-beneficio con el claro
objetivo de obtener balances positivos preconcebidos.
Resumiremos en los siguientes puntos los principales
errores del análisis presentado por el Gobierno Español:
a)
Presupuestos inmaduros sesgados a la baja. Así
se ha comprobado (contra lo dicho en el memorandum del
PP) en el concurso público del primer tramo de trasvase
Jucar-Vinalopó, suspendido recientemente al recibirse
ofertas de las empresas por encima del presupuesto
planteado en más del 100%. Otro ejemplo, la presa de
Itoiz, una pieza clave del PHN ya construida, ha
supuesto en su ejecución desviaciones presupuestarias
del 100%...
b)
Periodos de amortización excesivos. Asignar a
todas las inversiones un periodo de amortización de 50
años, siendo asumible para grandes embalses o canales,
es inaceptable para buena parte de las infraestructuras
previstas (25% de las inversiones), como estaciones de
bombeo, balsas etc..., cuyos plazos de amortización no
deben superar los 15 o 20 años.
c)
Infravaloración de los costes energéticos de bombeo
y sobrevaloración de la energía producible por turbinado.
Se introduce un fraude metodológico en el capítulo
energético al sustituir el pertinente análisis económico
por un análisis financiero. El resultado es que la
energía consumida se valora a la mitad de precio que la
energía generada (5 Pts./Kwh frente a 11.2 Pts./Kwh).
Por otra parte se elude considerar seriamente el
crecimiento esperable de los costes energéticos en los
50 próximos años.
d)
Error conceptual al usar como beneficio agrario el
valor añadido neto. Este procedimiento, que puede
mostrarse de utilidad para determinados fines, no lo es
, en este caso, en el que se analiza una inversión pública
para el desarrollo de actividades privadas intensivas en
capital y cuyo objetivo no puede ser otro que el de la
maximización de beneficios empresariales. Por medio de
este error se inflan notablemente los beneficios, al
considerar como tales, costes laborales y de capital.
Ello lleva a estimar el beneficio neto generado en media
por el regadío mediterráneo en 0.72 Euros/m3, siendo
que el propio plan reconoce la disponibilidad al pago en
esos regadíos en medias que oscilan tan sólo entre
0.12 y 0.18 Euros/m3. El hecho de que los libres
mercados de aguas subterráneas establezcan hoy precios
medios que no suelen superar los 0.18 Euros/m3 ratifica
este inflado de beneficios agrarios.
e)
No se contabilizan costes de regulación. Según
el Plan, la regulación de caudales debería realizarse
desde el embalse de Mequinenza, que es privado (de la
empresa hidroeléctrica ENHER). Sin embargo en las cálculos
no aparece ni 1 Euro en concepto de expropiación o
indemnización a dicha empresa. Sirva como referencia,
en el trasvase Júcar-Vinalopó, la exigencia pública
de la empresa Iberdrola de 6 millones de Euros/año por
la presa de Cortes, que regula tan sólo 100 hm3/año,
la décima parte del trasvase previsto en el Ebro.
f)
No se contabilizan costes de depuración de los
caudales del bajo Ebro caracterizados como de mala
calidad. Tal caracterización, realizada
oficialmente en el propio Plan de la Cuenca del Ebro
(altos niveles de salinidad), impiden considerar esas
aguas como potabilizables, lo que exigiría importantes
costes, especialmente para usos urbanos. No se contempla
por otro lado el deterioro de calidad que en esas aguas
trasvasables inducirán las detracciones y retornos
contaminados de los cientos de miles de nuevas hectáreas
de regadío previstas en la Cenca del Ebro por el PHN.
e)
Se sobreestima el valor de los caudales urbanos. El
error consiste en falsear la aplicación del concepto de
valor de oportunidad, al considerar la desalación de
aguas de mar (sobrevalorada a 135 Pts./m3) como la
alternativa más barata para eventuales necesidades
urbanas, en lugar de usar el valor de oportunidad de los
caudales agrarios (a lo sumo 0,18 Euros/m3 como media en
los mercados de aguas privadas en Murcia) como
alternativa más económica. La simple rectificación de
este concepto lleva ya a un balance global económico
negativo.
7-
No se cumplirá el principio de Recuperación Integra de
Costes. Se elude hacer una valoración modular de
costes en cada tramo, ofreciéndose un coste medio de
0,32 Euros/m3 (infravalorado, por las razones
explicadas), que oculta el coste asignable a cada tramo.
Tal coste, que desde los propios cálculos del Gobierno,
subiría por encima de 0,6 Euros/m3 para Almería o
Murcia, tendría costes reales desde cálculos rigurosos
no menos de 1 Euro/m3, lo que contrasta con una
disposición al pago media inferior a 0.2 Euros/m3, según
indican los mercados actuales de aguas privadas, que
suben hasta 0,33 en zonas como Almería. Hoy la desalación
de aguas marinas cuesta en torno a 0,5 Euros/m3 y
ofrecería aguas de muy superior calidad a la de los
trasvases.
8-
Los impactos socio-ambientales son muy graves, tanto en
las zonas de montaña como en el Delta del Ebro. Tal
y como se ha denunciado, no sólo desde los movimientos
ecologistas más serios y prestigiosos, sino desde las cátedras
de ecología de la Universidad, de llevarse a cabo el
conjunto de obras de este PHN, estaríamos ante el mayor
atentado ecológico jamás realizado en la UE.
Resumiremos en los siguientes puntos la cuestión.
a)
Los 120 nuevos grandes embalses suponen inundar pueblos
y valles habitados, lo que de hecho ha abierto ya graves
conflictos sociales en las zonas afectadas, como la
Huelga General del Pirineo Central del 25 de Octubre del
2000.
b)
Supone destruir el Buen Estado Ecológico de los ríos
mejor conservados en contra del principio de No
Deterioro exigido por la Directiva Marco, al tiempo que
se impactan 47 ZEPAs (23% del total), 117 IBAs (29% del
total) y 82 LICs.
c)
Supone abocar a una crisis de insostenibilidad al Delta
del Ebro, acelerando los fenómenos de subsidencia,
salinización y eutrofización en curso que se combinan
con la subida del nivel del mar por efecto del cambio
climático. Al respecto todos los informes
independientes de la Universidad y de la propia Comisión
Internacional RAMSAR denuncian la incompatibilidad de la
política de trasvases prevista con la conservación de
este Patrimonio Natural, considerado el segundo en
diversidad ornitológica de la Península Ibérica (tras
Doñana), ZEPA (SPA) y futura LIC en la Red Natura 2000.
d)
Agravamiento de los problemas de calidad de aguas, por
concentración de la salinidad, de nutrientes
generadores de procesos de eutrofización y de otros
factores contaminantes. Es de notar que en esta cuestión
se sumarían los efectos sinérgicos de los trasvases
con la detracción masiva para los nuevos regadíos
previstos por el PHN en la Cuenca del Ebro y sus
correspondientes retornos contaminantes.
e)
Graves impactos socio-económicos sobre el Delta. No sólo
sobre la agricultura, o sobre la creciente industria turística
en torno al Parque Natural, sino también sobre el
marisqueo y la pesca en el litoral, recientemente
estudiados.
f)
Supone agravar los impactos sobre las arenas de
playas turísticas. Este problema, generado por los
embalses de Ribarroja y Mequinenza, se vería agravado
por la merma de caudales.
g)
Se minimizan irresponsablemente los efectos del Cambio
Climático, desde hipótesis optimistas y reduciendo el
horizonte a 20 años en lugar de mantener los 50 años
en que se hacen los balances económicos.
9-
Se intenta ocultar el elevado nivel de conflictividad
social generado. Especialmente en las zonas
directamente afectadas, es decir el Pirineo (grandes
embalses) y el Delta del Ebro. De hecho en el último año
1 millón las personas se han manifestado en la calle
contra este PHN. La Marcha Azul este verano, con la
manifestación de 10.000 españoles en Bruselas el
pasado 9 de Septiembre, es otro referente. El pretendido
y necesario consenso social, político y científico-técnico
no existe en absoluto en torno a este Plan.
10-
Existen alternativas más razonables. Desde la
comunidad científica se han explicitado no sólo críticas,
sino alternativas que obran en poder del Gobierno.
Alternativas coherentes con la Directiva Marco de Aguas
y respetuosas con la legislación ambiental europea, que
exigen abrir verdaderos procesos de participación
ciudadana y que combinan los siguientes factores:
-
aplicación
de la Ley frente al desgobierno que impone la
sobreexplotación de recursos y la contaminación de
ríos y acuíferos;
-
implantación
de planes de ordenación territorial y urbanística
coherentes con el desarrollo sostenible;
-
priorización
de proyectos de modernización en redes urbanas y
regadíos;
-
establecimiento
de Bancos de Aguas que introduzcan mercados
intervenidos en la gestión de las sequías;
-
integración
de la gestión de aguas subterráneas y de
superficie;
-
revisión
concesional y adecuación a las nuevas demandas
ambientales;
-
integración
de las políticas agrarias y ambientales para
potenciar la adecuada política de aguas;
-
introducción
de la nueva política tarifaria exigida por la
Directiva Marco asumiendo la recuperación íntegra
de costes y los valores de oportunidad en los casos
de escasez;
-
reutilización
sistemática de retornos y desalación de aguas
marinas, especialmente en entornos costeros para
usos urbanos.
Firmas
-
Federico
Aguilera Klink: Catedrático de la Fac. Económicas-Univ.
de La Laguna (Canarias)
-
José
M. Castillo: Dpto. de Economía Aplicada- Univ. de
Granada
-
M.
Ángel Esteve: Catedrático de Ecología-Hidrología-Univ.
de Murcia
-
Ricardo
Aliod: Dpto. Mecánica de Fluidos- Politécnica de
Huesca.
-
Pedro
Arrojo: Dpto. Análisis Económico-Univ. de Zaragoza
-
Juan
P. Martínez Rica: Ecólogo-Director del Instituto Pirenaico
de Ecología-CSIC
-
Leandro
del Moral: Dpto. Geografía-Univ. de Sevilla
-
Julia
Martínez : Instituto del Agua y Medio
Ambiente-Univ. Murcia
-
Carles
Ibáñez: Biólogo-Investigador SEO-Bird Life
-
Ángel
Garcés: Dpto. de Derecho Administrativo. Univ.
Zaragoza
-
Mª
Teresa Pérez Picazo: Catedrática Dpto. Economía
Aplicada-Univ. Murcia
-
Benigno
Elvira: Dpto. de Biología Animal -Univ. Complutense
Madrid
-
Isabel
Palomera: Institut de Ciències del Mar (CMIMA-CSIC)
Barcelona
-
Fernando
López-Vera: Catedrático Geodinámica e Hidrogeología-Univ.
Autónoma Madrid
-
Narcís
Prat: Catedrático de Ecología-Univ. de Barcelona
-
Onofre
Rullán: Dpto. Geografía-Univ. Islas Baleares
-
Javier
Martínez Gil: Catedrático de Hidrogeología-Univ.
de Zaragoza
-
L.
Enrique Espinoza: Dpto. de Economía e Historia Económica
-Univ. de
Salamanca
-
Abel
Lacalle: Derecho Internacional-Univ. de Almería
-
J.
Manuel Naredo: Fac. de CC. Económicas-Univ.
Complutense-Madrid. Premio Nacional de Medio
Ambiente (2000)
-
Antonio
Estevan: Ingeniero Industrial -GEA-21- Madrid
-
Antonio
Rodrígues Perea: Hidrogeología-Univ. Islas
Baleares
-
Francesc
Gallart : Inst. CC.de la Terra 'Jaume Almera', CSIC,
Barcelona
-
Gaspar
Mairal: Dpto. de Sociología - Univ. de Zaragoza.
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