23-Abril. Campamento DIGNIDAD por la retirada del Pacto del Agua
COAGRET-Aragón convoca para el día 23 de abril, San Jorge, patrón de Erés (pueblo que se inundaría con el embalse de Biscarrués), a las 12 de la mañana, una acampada indefinida en la plaza de Aragón de Zaragoza para pedir la retirada del Pacto del Agua en Aragón.

¿Qué es el campamento DIGNIDAD?

  1. El campamento DIGNIDAD tiene como objetivo llevar a la práctica lo decidido en el congreso de Coagret Aragón, en el sentido de iniciar una campaña de sensibilización de la población aragonesa hacia la ausencia de diálogo y democracia en torno a las grandes obras hidráulicas que están proyectadas tanto en el Pirineo como en la Ibérica. La unanimidad de los valles en contra de estas obras fue manifestada con inapelable rotundidad y unanimidad en el Paro del 25 de Octubre que fue seguido masivamente.

  2. Esta situación de denuncia se va a mantener con un doble objetivo: demandar el diálogo prometido por Marcelino Iglesias en su discurso de investidura y para denunciar la política reaccionaria del PP en esta materia con respecto a Aragón y sobre todo con su montaña. 

  3. El Gobierno de Madrid encarna los intereses de elites económicas y políticas que se articulan en torno al PHN. Los beneficiados con esta política no son los regantes del regadío social, o el pueblo murciano o valenciano, sino los grupos de grandes constructoras, especuladores inmobiliarios, las compañías eléctricas y las cúpulas burocratizadas de los sindicatos de riego que ya no representan los intereses reales de los agricultores desfavorecidos por la PAC.  Para imponer esta política derechista en su concepción tanto de la cohesión territorial como de la social y con enormes e inasumibles costes medioambientales, el gobierno del PP ha elegido la imposición y ha retrocedido a posiciones y tics de un claro contenido franquista y antidemocrático en su enfrentamiento a un movimiento social diverso, racional y poderoso. 

  4. Uno de los elementos a los que el PP se está agarrando en Aragón es el Pacto del Agua. Pacto que se firmó hace ya una década y que exige una profunda revisión para alcanzar un nuevo Pacto para todos: montaña, regadío y secano y que permita solventar el conflicto interno que Aragón tiene en materia hidráulica. Este pacto hoy en día parece claramente como la llave para el trasvase del Ebro, al estar consignadas en él las obras que han de servir de almacén interanual que garantizará los caudales del trasvase. 

  5. Para llegar a este nuevo consenso, en el que estén representadas todas las voces del conflicto, el gobierno de Aragón ha de inaugurar un escenario de diálogo con una moratoria a las grandes obras hidráulicas como el recrecimiento de Yesa, Biscarrués, Santaliestra y alguna más anunciada en la margen derecha, pues con la amenaza de las máquinas en los valles es difícil sentarse a hablar. 

  6. El PP ha de saber que ni la montaña, ni el pueblo aragonés, ni el conjunto de la cuenca del Ebro retrocederán en esta campaña, que las acciones irán con más fuerza con las obras comenzadas, y aún terminadas y llenas. No vamos a abandonar a nuestros valles a su suerte y si el PP persiste en su política de imposición y desprecio ello puede pasar una factura política mucho más alta de lo que se piensa en un principio, ya que su talante de fuerza democrática y dialogante está más comprometido.


Noticias de la acampada 

Últimas noticias
Nazis asaltan la acampada. 13 de mayo.

Noticias anteriores
Presentación de la acampada. Europa Press, 18 de abril. 
Comienzo de la acampada. El Periódico de Aragón, 25 de abril. 
Ecos nacionales. El Mundo, 30 de abril. 
La escuela de Artieda en la acampada, I. Aragón Press, 4 de mayo. 
La escuela de Artieda en la acampada, II. Heraldo de Aragón, 5 de mayo. 
Ecos internacionales. Business Week
Fotos de la acampada (SosPirineos.com)

 


MANIFIESTO: "No más pantanos impuestos. Por la retirada del Pacto del Agua. El Pirineo en lucha"

En 1992 las Cortes de Aragón aprobaron el Pacto del Agua, una lista de presas y embalses que entonces se consideraba básica para poder culminar las históricas reivindicaciones de Aragón en materia de regadío. Al margen de consideraciones sociales, ambientales, culturales y económicas se tomó la decisión política de que unas "minorías" en la montaña debían ser inundadas, desplazadas de sus pueblos, hundidas sus comarcas, para que otras supuestas "mayorías" siguieran transformando regadío gracias a poderosas inyecciones de dinero público.

En aquel momento tan sólo algunos ciudadanos, amenazados por grandes presas en el Pirineo, denunciarían la profunda injusticia que suponían para ellos las grandes obras que en ese Pacto se contemplaban. Junto a esas voces se añadieron algunas más aportando reflexiones y valoraciones que señalaban el peligro de que este Pacto acabara suponiendo una gran trampa política que a la postre auspiciara los planes trasvasistas que se supone debía combatir. Ya entonces se señalaba que, si bien el Pacto aspiraba formalmente a promover el desarrollo del regadío en Aragón como uno de sus objetivos fundamentales, el documento se centraba en concretar proyectos, presupuestos y plazos para construir grandes presas, que a la postre podían acabar siendo los grandes depósitos que permitirían regular los grandes trasvases promovidos por el Gobierno de Madrid.

Después de nueve años el escenario político y social que hizo posible ese Pacto se ha transformado radicalmente:

  • La entrada en la UE nos supuso la aceptación de una política agraria que ha recortado drásticamente producciones de regadío abocando al diseño de unos Planes Nacionales de Regadío, tanto del PSOE como del PP, que han supuesto un freno histórico a la transformación.

  • Los montañeses, hartos de ser los eternos paganos de una política hidráulica obsoleta, exigen el fin de las agresiones a su territorio y el cobro de una deuda histórica por el deterioro que ha sufrido la montaña como consecuencia de soportar los actuales embalses.

  • Los aragoneses hemos tomado conciencia de que podemos emplear mucho mejor nuestro agua, que la Nueva Cultura del Agua que nació ideológicamente en Aragón ha de ejecutarse también en Aragón y que la petición de una buena gestión del recurso no se la podemos exigir sólo a valencianos y murcianos sino que nosotros tenemos que ser ejemplo de ahorro, eficiencia, reutilización y modernización.

  • La sociedad está asumiendo que el agua cumple muchas más funciones que las meramente productivas, que el agua es paisaje, patrimonio, cultura, ecosistemas, riberas, deltas y que una buena parte de la identidad de los pueblos de Aragón está en sus ríos.

  • La necesidad de financiar nuestros proyectos hidráulicos con fondos europeos los va a someter a severos filtros ambientales y económicos que difícilmente serán pasados por los grandes embalses proyectados del Pacto del Agua. Se hace necesario cambiar nuestra forma de resolver los problemas del agua o perderemos la posibilidad de solucionarlos con fondos europeos.

  • Los aragoneses hemos aprendido que los problemas hidráulicos no son problemas de mayorías y minorías. El Gobierno central, aprovechando una mayoría absoluta no puede imponer por la fuerza un PHN, pero el Gobierno de Aragón, en nombre de un acuerdo mayoritario de las Cortes de Aragón, tampoco está legitimado para inundar pueblos y comarcas de montaña.

Muchas cosas han cambiado desde 1992 y es ineludible una RENOVACIÓN DEL PACTO DEL AGUA que permita comprender e incorporar la nueva realidad que estamos viviendo, integrar mediante el diálogo social y político a la montaña y al amplio movimiento social que se identifica con COAGRET y reorientar el Pacto de forma que el PP no pueda seguir haciendo de este Pacto la clave para desarrollar su política trasvasista y de mercados especulativos de aguas.

Hoy, desde la presión inaceptable del comienzo de las obras de algunos embalses pirenaicos, pedimos a los políticos aragoneses un último y urgente esfuerzo de reflexión y debate que permita evitar un grave conflicto social y recomponer el consenso en materia de aguas que todos necesitamos y que el pueblo no cesa de pedir en la calle.

Acampada, 23 de abril de 2001

 

Asociación Río Aragón-COAGRET