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Diario del AltoAragón, 6-V-2003

Pilar Montserrat, escultora, autora del premio “Venero 2003”

 “Mi obra  expresa la vida del río y la codicia por el agua”

Luisa PUEYO

JACA.- La jaquesa Pilar Montserrat, licenciada en Bellas Artes, especialidad de escultura,  es la autora del premio “Venero 2003” que la Asociación Río Aragón contra el recrecimiento de Yesa entrega este sábado a Pedro Arrojo, Premio Goldman. Su obra, un canto rodado del cauce del Aragón,  expresa la vida del río y la montaña, pero también  la codicia por la riqueza del agua.

 

Pilar Montserrat se permite crear sin dependencias de ningún tipo gracias a su trabajo como docente en el colegio de Sant Vicens dels Horts, en Barcelona. Esta tarea, “me quita tiempo, pero  me da la libertad creadora a la que muchos artistas han de renunciar para sobrevivir”. Así ha concebido la escultura que será premio “Venero 2003” de la Asociación Río Aragón para el profesor Pedro Arrojo, reciente Premio Goldman, considerado el Nobel del medio ambiente, por su defensa de una nueva cultura del agua.  “Es una escultura compuesta por dos materiales, la piedra y el metal, latón. El uno no se entiende sin el otro”. Si hubiera tenido que ponerle un título la habría llamado “Riello”, que es bolo o canto rodado en aragonés, explica la autora, que aparece con su obra en la fotografía. “La piedra sirve de base, de materia que sostiene. Es una piedra vulgar, de las que encontramos en cualquiera de nuestros ríos. Sobre ella está la incisión de un recorrido, como el cauce de un río seco. La piedra representa el río vivo que le dio forma, pero también la montaña de donde procede y la montaña como elemento. Su dureza reside en los golpes que la conformaron. El metal es lo sostenido por la piedra, sigue el mismo recorrido del surco anterior, y acaba en forma circular”, porque el cauce termina normal, pero no el agua, que lo hace, “como todos sabemos, en un pantano, que he representado de esta forma similar al dinero”. Ya este segundo recorrido “está desplazado hacia abajo, fuera de su propio contexto. El metal representa el agua y, por parecer oro, también la riqueza que ésta conlleva, pero hay algo que está fuera de lugar, desplazado y rompiendo la dualidad de tierra y agua, de cauce y río, de poder y riqueza”.

Dispuso de un mes para concebir la escultura y crearla, pero “desde el primer momento  empezó a  conformarse en mí una idea de  lo que quería” y ya eligió “los materiales más apropiados”, que debían ser dos, para establecer un diálogo. “La piedra está tal cual la encontré. Sólo la he cortado por abajo para que  se mantenga vertical, y he grabado el cauce del río. La parte de delante la he pulido y la de atrás es la original”. Motivada por el objetivo de su obra, asegura que  “me pareció una idea preciosa y me creí capaz de poder materializar de alguna forma este sentimiento general”. Aunque su taller está en Barcelona –donde trabaja en diversos materiales y tamaños, siempre en abstracto-, mantiene fuertes vínculos con su tierra y los artistas de aquí. Una de sus obras, “Madre Viento”, está en el IES Pirámide de Huesca.

Asociación Río Aragón-COAGRET