RUBÉN DARÍO NÚÑEZ. Riglos |
"Río Gállego.
Larga Vida" es el lema de la pancarta que desde ayer cuelga de uno
de los emblemas de la provincia de Huesca, Los Mallos de Riglos, y
que pretende ser de ahora en adelante un símbolo más de la lucha
que mantienen los habitantes de la Galliguera contra el pantano de
Biscarrués, cuyo anteproyecto de construcción está pendiente de
salir a información pública.
Fue un emotivo acto que sirvió de broche final a las I Jornadas
del río Gállego, organizadas por la Coordinadora Biscarrués-Mallos
de Riglos, Amigos de la Galliguera y la Asociación para la
Promoción Integral de Ayerbe y Comarca (APIAC), y que ha tenido al
cantante Manolo García como invitado de excepción, nuevo socio de
honor de la coordinadora.
En una mañana casi veraniega, decenas de personas se concentraron
a las 12 horas al pie de los Mallos para secundar el manifiesto
"Por un Gállego vivo, por una Galliguera con futuro".
Aunque estaba previsto que fuera Manolo García quien lo leyera,
finalmente no pudo asistir al acto y fue el profesor Pedro Arrojo,
galardonado hace unos días recibió con el Premio Goldman 2003, el
considerado "nobel" de medio ambiente, el encargado de hacerlo. El
texto subrayó que "construir la presa de Biscarrués supondría
quebrar de forma brusca e injusta el esperanzador desarrollo de la
comarca".
En este sentido, Lola Giménez, portavoz de la coordinadora,
destacó la labor del Gállego como eje económico de la comarca y
prueba de ello, recordó, son los más de 60.000 descensos que han
visto sus aguas bravas y los más de 6 millones de euros que esta
actividad deportiva ha generado "dinamizando toda la zona".
Ahondando en esta idea, Arrojo se refirió a las riquezas que ha
traído el Gállego a una zona "que ve la luz después de un túnel de
muchas décadas", como el desarrollo económico, el regreso de la
juventud y el fomento de un turismo de río "que tiene un futuro
espectacular y que crece, sin subvenciones, un 30 por ciento
anual, el ritmo más alto que cualquier sector económico de
Aragón".
El río ha sido el principal protagonista de estas jornadas que han
recorrido Erés, Biscarrués, Ayerbe y Riglos desde el jueves. Un
Gállego que ha vuelto a ver las navatas descendiendo por sus aguas
varias décadas después.
Lola Giménez no ocultó su satisfacción por el desarrollo de las
mismas "porque nos sirve para recargar fuerzas y para seguir
luchando por este espacio de identidad". Más aún, indicó, cuando
el sábado por la noche, durante el homenaje que se rindió a Arrojo
y a Javier Martínez Gil, "vimos que toda la comarca, con sus
alcaldes y de forma unánime, decía basta ya y que no había derecho
a que el pantano hipoteque nuestro futuro".
La jornada lúdico reivindicativa (ya que también se organizó una
concentración de escalada), concluyó con una petición. "Que el
Gobierno de Aragón escuche la voz de estos pueblos que parece
despreciar el Gobierno de Madrid". Además, se animó a los
presentes a acudir el próximo domingo a la manifestación convocada
en Jaca "Por la dignidad de la montaña. Stop embalses".
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