Heraldo de Aragón, 7 de octubre de 2001

El pantano de Biscarrués amenaza la avifauna del río Gállego

El Día de las Aves se celebró ayer de manera especial en el río Gállego, donde se observó la rica avifauna ribereña que está amenazada con la construcción del embalse de Biscarrués. También hubo otro acto en Sallent de Gállego. I. V. Biscarrués La celebración del Día de las Aves, ayer, en distintos puntos de la Comunidad aragonesa se vivió de manera especial en las aguas del río Gállego que serán reguladas por el embalse de Biscarrués. Una decena de personas bajaron un tramo de unos cuatro kilómetros que, posiblemente, corresponda a la zona de mayor biodiversidad de este río que nace en el Pirineo. La actividad organizada por el Albergue Cucarbata, de Biscarrués, sirvió para ver desde el mismo cauce la abundante avifauna asociada a los ecosistemas ribereños. Así, pudieron observar en su ambiente milanos, ánades reales, garzas y algún águila. Carlos Martínez, uno de los organizadores, indicó que para celebrar el día de las aves «ha estado muy bien». El descenso por el río Gállego, también sirvió para reivindicar una vez más la protesta contra el embalse de Biscarrués. El recorrió partió desde el puente de hierro de Santa Eulalia donde una pancarta deja claro la lucha contra este proyecto y concluyó cerca de Biscarrués, localidad en cuyas casas se dejan ver pancartas contra la citada obra de regulación. El tramo recorrido en la mañana de ayer corresponde a lo que será la cabecera del embalse proyectado. «Se trata, posiblemente, de la zona más rica del cauce del río Gállego desde su nacimiento a más de 3.000 metros hasta su desembocadura en el río Ebro. Es la que mayor biodiversidad comprende», explica Carlos Martínez. Conocedor de este tramo, añade que de igual forma que es «increíble» lo que se ve desde el río, «cuando uno hace el recorrido por dentro del soto, en esa tierra blanda, hay innumerables huellas de animales que viven en torno al río. La verdad es que es una pena que se pueda poner en riesgo esta auténtica maravilla que más que convertirla en un territorio embalsado tendría que ser una reserva natural». Carlos Martínez aseveró que «estaría muy bien» que el tramo recorrido ayer, al igual que el cauce del Gállego aguas arriba del puente de Santa Eulalia, fuera conocido por «el ministro de Medio Ambiente. Sería bueno que lo conociera y que se documentara de que en el Reino de los Mallos están catalogadas 215 especies de aves». La riqueza de la avifauna en esta zona del Alto Aragón tiene uno de sus más claros ejemplos en que la SEO celebró su campamento anual de anillamiento de aves, en la última semana de agosto y primera de septiembre, cuando en el 2000 lo hicieron en Doñana. Además de la actividad celebrada ayer, el sábado se realizó una excursión al mirador de los buitres, ubicado frente a los Mallos de Riglos, y que fue arrasado el pasado mes de agosto en el incendio de la Sierra de Sarsa.